United States or Svalbard and Jan Mayen ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los tapiceros y adornistas tomaron posesión de los aposentos en que había de verificarse; se construyó una galería de follaje, que ponía en comunicación el salón principal de la planta baja con el espacioso invernadero de cristales que en el jardín se alzaba; cubriéronse las columnas de hierro con entrelazadas hojarascas; se colgaron de la bóveda de cristales los aparatos para gas; se pusieron en los ángulos las mejores esculturas que había en la casa, haciendo que los mármoles blancos destacaran sobre fondos de oscuro follaje; se prepararon farolillos para las enramadas del parque; diose orden en las cocinas para que la cena fuera opípara; se apuraron todos los caprichos que puede el oro satisfacer al buen gusto, y una legión de artesanos invadió el palacio durante muchos días, disponiendo las cosas de suerte que cuando dos horas antes del baile los duques inspeccionaron todos los preparativos, el nuevo senador, arrellanándose en un sillón con la dignidad propia de su investidura, y mirando a su mujer con vanidosa satisfacción, exclamó: «Estará bien

Al fin se terminaron las obras y el luto; invadieron la nueva casa mueblistas y tapiceros; llenáronse suelos, paredes y techos de ricas alfombras, de espejos colosales, de cuadros y tapices valiosísimos, de arañas estupendas y de muebles caprichosos; llovieron esculturas y monigotes por todos los rincones y tableros de mesas y veladores; atestáronse de primorosas y artísticas vajillas los aparadores del comedor, que era un bosque de roble tallado y un bazar de porcelanas, bronces y cristalería, tapizado de cuero cordobés; no quedó cortinón de vestíbulo ni de puerta de tránsito sin su correspondiente escudo nobiliario; y cuando ya estuvo todo en su punto y sazón, y la servidumbre arreglada a las exigencias del nuevo domicilio, y cada criado en su puesto y convenientemente vestido, y la cocina humeando, con su jefe bien enmandilado y mejor retribuido, con su traílla de marmitones y ayudantes, en un lujoso landó, arrastrado por dos briosos alazanes ingleses, y conducido por un cochero colosal, envuelto el cuerpo en un océano de paño gris, y media cara y los hombros en otro mar de pieles erizadas, guantes por el estilo y alto sombrero con cucarda por coronamiento de esta silueta de oso polar, llevando a su izquierda, como su reflejo en más reducidas proporciones, el correspondiente lacayo, se trasladó la familia al flamante albergue, dejando en el otro lo poco que quedaba de los ya casi borrados recuerdos que habían sido la disculpa de la mudanza, y hasta el polvo de las suelas del calzado.

Ella tenía buen gusto y había amueblado su estancia, valiéndose de los mejores tapiceros, con muebles elegantes y hasta lujosos, pero sin relumbrón alguno.

, pero no por mucho tiempo... Como nada se oponía al matrimonio, éste debía celebrarse dentro de seis semanas. Una horda de tapiceros, de carpinteros, invadió mi querido Ilgenstein y lo puso patas arriba. Todos mis deseos se veían contrarrestados por la frase: ¡Oh, señor barón! ¡eso no es de buen gusto!

Compró, sin regatear, la canastilla, encomendó a los tapiceros la tarea de alhajar el cuarto de su señora, encargó un coche nuevo, eligió dos caballos alazanes de la más rara belleza, y aligeró la publicación de las amonestaciones. El banquete de despedida de soltero que ofreció a sus camaradas, inscrito está con letras de oro en los fastos del Café Inglés.

Además, los señores de Cuadros tenían gran satisfacción en recibir a sus amigos; y más aún ahora que el afortunado bolsista había amueblado a gusto de los tapiceros, y con una brillantez vulgar propia de café o de fonda, sus habitaciones, antes tan lóbregas como desmanteladas. Doña Manuela y las niñas aceptaron con entusiasmo el ofrecimiento. ¡Vaya si irían!

Alquilaron la «villa» con todos sus lujosos muebles por un precio módico, y al principio se la disputaban las señoras que juegan en el Casino. ¡Vivir en un pequeño palacio adornado por famosos tapiceros de París, y con una vista magnífica, todo por quinientos francos mensuales!... Pero las arrendatarias se apresuraban á cederse unas á otras esta buena ocasión. ¡Tener que pasar después de media noche frente al mausoleo del general, cuando volvían del Casino! ¡No poder abrir las ventanas sin encontrarse con aquella sepultura!... Además, la maledicencia femenil señalaba sucesivamente á cada inquilina con el mismo apodo: «la guardiana de la tumba».

Sombras, medias tintas, confusion de matices, hasta vaguedad en el colorido, hasta esa mezcla indefinible, infinitamente varia y distinta, que sólo puede hacerse en la paleta de un pintor, todo está allí. Los Gobelinos son tan pintores como tapiceros, ó tan tapiceros como pintores. Creo que ese retrato que acabamos de ver y admirar, es una de las más grandes curiosidades que posee el arte humano.

El Paseo Grande era ya todo perfumes, frescura y cánticos al amanecer. Los pájaros, saltando de rama en rama preparaban los nidos para los huevos de Abril; se diría que eran tapiceros de la enramada que adornaban los salones del Paseo Grande para las fiestas de la primavera. Empezaba Marzo con calores de Junio; desde muy temprano calentaba y picaba el sol.

Aquel mismo día escribí a mi tío una carta que sólo contenía estas breves palabras. «Me caso con una mujer digna de , y espero que saliendo por un momento de su retiro, venga usted a presenciar nuestra uniónAquel mismo día también puse en movimiento mi casa. Invadiéronla tapiceros, renové el mueblaje, aumenté mis trenes y mi servidumbre, y preparé la servidumbre particular de Amparo.