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Vamos, que daría yo mi cobertor de pluma por verte suelto en la liza. ¡Bonita manera de justar la tuya! exclamó Simón. Pues á me parece la mejor, dijo muy serio Tristán. Ó si no, agarraría yo al otro por la cintura, lo arrancaría de la silla quieras que no y me lo llevaría á mi tienda para no soltarlo hasta que me pagase un buen rescate.

Pero imperturbable el buen viejo, como quien trae aprendido el discurso y lo teme olvidar si tarda en soltarlo, le habló de Magdalena pecadora; del Señor, que siendo quien era, la había perdonado; y pasando al estilo llano y natural, contó la transformación sufrida por Enriqueta.

Andaban por allí cerca las rubias de la opereta, las cocotas viajeras, un sinnúmero de temibles peligros; y sin una palabra que revelase su inquietud, cada una se aproximaba a su marido, se colgaba de su brazo, intervenía en la conversación, lo paseaba por toda la cubierta, y únicamente se decidía a soltarlo en la entrada del fumadero, con la promesa de que volvía al poker o a tomar una copa.

Yo oigo atentamente todo lo que hablan me dijo para aprendérmelo de memoria y soltarlo después en los cafés y en los ventorrillos. De este modo voy adquiriendo fama de gran político, y cuando me acerco a la mesa del café, todos me dicen: «a ver, D. Diego, qué piensa usted de la sesión de hoy».

Saben al dedillo las vidas ajenas, y cuando se les ocurre algún chiste relativo á SS. MM., preferirían, á no soltarlo, que las ahorcasen en el cuarto de hora siguiente. »Puede asegurarse que en Madrid se tributa á las actrices un verdadero culto. No hay una siquiera, que no mantenga relaciones con algún señorón, y por la cual no diesen su existencia muchos hombres.

El, mientras hacía jugar el resorte del claque, ensayaba la petitoria de ordenanza, algo para llevar en el bolsillo, dos pesos siquiera, que le prometía devolver intactos; como después del teatro, es fuerza ir a tomar cualquier cosa al café y cuando llega el momento de pagar al mozo, es costumbre echar mano a la cartera, discutiendo con los amigos el mejor derecho a satisfacer el gasto, él, siempre que llegaba el caso, mostraba el billete sin soltarlo, mientras daba tiempo al vecino de saldar cuentas. ¡Qué papel iba a hacer aquella noche si no tenía dinero que mostrar! dos pesos siquiera... la tía era bastante rica, porque poseía su rentita de las cédulas hipotecarias y el alquiler de la casita aquella. ¡Buen alquiler te Dios! cien pesos, que el inquilino, un herrero con más hijos que días tiene el año, no le pagaba nunca, siempre llorando lástimas y pidiendo prórrogas.

Y al recogerlo, cuadrose, y con gesto grave, llevándose una mano al pecho, gritó: ¡Viva el ejército! Fermín no quería soltarlo, y armándose de paciencia le acompañó en su excursión por las calles. Se detenía el señorito ante los grupos de soldados, haciendo avanzar a sus dos acompañantes con toda la provisión de botellas y copas.

Si fuese casado, ya sería otra cosa..., miraría más por él y cuidaría de no soltarlo como lo suelto... Tomás, bien sabes que puedo casarme con una señorita... Aunque no soy un jovencito, a ninguna de la villa le diría envido que no me dijese quiero... Hoy, entre las muchachas, oros son triunfos... Pero yo soy muy considerado... A me tira mucho la familia... y eso de que mañana, u otro día, si el marqués os echa de la casería, tengan tus hijas que ir a servir a un amo, me duele mucho... Puedes creerlo.

Mírame a , que no hago más que lo que me manda el Padre Nones, y he perdonado a la Pepa, a la Matilde, que me quiso envenenar, y a doña Malvina la protestanta y a todo el género mundano... ¡re...! Párate boca que ya ibas a soltarlo... Pues , perdonar; créetelo porque yo te lo digo. ¿Ves qué tranquila estoy?

Los que habitaban en el pueblo se apearon del tren; los que vivían en Madrid se quedaron en él, uniéndose a ellos los que como Cirilo y Visita no habían participado de la excursión. Despedidas, besos, plácemes, risas, gritos y promesas. Silba la máquina. ¡Adiós, adiós! Elena se agarró fuerte y afectadamente al brazo de su marido en cuanto se bajó del tren y no volvió a soltarlo.