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Goethe creía en Dios; pero su inclinación natural le llevaba a buscarle, no en el centro del alma, sino derramando el alma en la naturaleza, donde Dios se le revelaba. Era, pues, más teósofo que místico.

Con hallarse ya las dos mujeres, por la colocación de los hijos, en mejores condiciones de reposo y de vida, no se avenían con su soledad, y echaban de menos a la familia menuda; cosa en verdad muy natural, porque es ley que los mayores conserven el afecto a la descendencia, aunque esta les martirice, les maltrate y les deshonre.

Ni hay que dudar, que el tono de la voz, el ayre del semblante, la risa natural, el trato amable, y á veces las lagrimillas de las mugeres, son un dulce veneno que ocasiona mil estragos en los poco advertidos, que no conocen que aquellas cosas en mismas son de muy poco valor, y solo son estimables quando van acompañadas de la virtud y de la razon.

Tal vez se observarian con ellos aquellos mismos principios de equidad natural ya consignados en el sabio Código de las Partidas, y á la sazon aun no observados como legislacion general del reino.

Había un gran comedor, otro comedor pequeño para diario y varios salones de respeto, que no se abrían sino en las ocasiones solemnes, y donde, entre otras preciosidades, D. Acisclo, sus hijos, hijas, yernos y nueras, todos resplandecían retratados al óleo, de tamaño más que natural, y casi de cuerpo entero, por un pintor ambulante que acertó a pasar por Villafría, y que llevó una onza de oro por cada retrato.

Juana Cerdá, alias Tortuga, mujer de Antonio Reinés, Albañil de oficio, natural de la Ciudad de Alcudia en este Reino, y vecina de esta Ciudad, de edad de cuarenta y ocho años, presa y penitenciada segunda vez por sortílega, herética, supersticiosa y embustera.

Su carrera natural es el matrimonio, y la vida íntima y familiar no debe convertirse en una comiquería. Si yo fuera hombre no me casaría con una señorita que cambia de color su pelo.

Se hacen los preparativos a bordo, y el capitán Maal, nuestro simpático jefe, redobla su actividad, si es posible. Es un viejo marino, natural de Curaçao; tiene en el cuerpo 30 años de navegación del Magdalena.

Con plata abundante todo se soluciona y nadie vive descontento... Yo tendré mucha plata, porque, como es natural, debo recompensarme á mismo por mis trabajos de tutor. Pienso también ganar mucho en los negocios.

Pues qué, ¿la Divina Sabiduría no ha dicho: «Yo para esto nací y para esto vine al mundo, para dar testimonio a la verdad?» Y este testimonio ¿no está bien claro y bien patente en las obras visibles que exceden al poder natural, por ejemplo, en la curación de los enfermos, en la resurrección de los muertos y en otros admirables milagros llevados a cabo por Nuestro Señor Jesucristo y por los Santos Apóstoles?