United States or Christmas Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


Como la pequeña Elena estaba casi muerta, partió al día siguiente con una sirvienta y la niña. Pero en casa de la campesina, ya encontré el sitio ocupado por otra criatura. ¡La hija del oficial de húsares! suspiró Marta con voz casi ininteligible. , de su viuda, porque al día siguiente, supe que su padre había muerto.

La sirvienta lo levantó, pero en seguida lo dejó caer, y se quedó mirando a aquél, lívida y temblando. Sin saber por qué, Jordán sintió que los cabellos se le erizaban. ¿Qué hay? murmuró con la voz ronca. Pesa mucho articuló la sirvienta, sin dejar de temblar. Jordán lo levantó; pesaba extraordinariamente. Salieron con él, y sobre la mesa del comedor Jordán cortó funda y envoltura de un tajo.

Estaba más alta, un poco más gruesa, con el color menos pálido, la boca más risueña, los ojos no menos seductores y arrebatadores que los de su madre, célebres en toda la redondez de España, la voz más segura, sonora y grave, y el conjunto de su persona respirando firmeza, vida, soltura y nobleza. ¡Oh imagen tan perfecta vista como soñada! ¿Fue suerte o desgracia haberte conocido?

¡Una reparación! exclamó el óptimo don Feliciano. ¡Qué más da que la exigieras, rapaz! ¿Se negaría usted a batijse conmigo? preguntó el ayudante con su voz campanuda. ¿A qué habíamos de batirnos? A lo que usted quiera.

Era el momento de mayor animación en la cocina; la tercera hornada salía del horno, y, no obstante, todos, hasta Catalina Lefèvre, suspendieron el trabajo. Algo sucede dijo la labradora en voz baja. Y luego añadió muy conmovida: Desde que se marchó mi hijo, Johan no ha aullado así. En aquel instante se oyeron pasos ligeros que atravesaban el patio.

Mas, ¿no lo había dejado ya profanar? ¿No quería escuchar la voz del perdón, no tenía necesidad de que la muerta le perdonase?... Para sostener la acusación contra Zakunine le era menester explicar que éste había estado celoso de él y había creído fundados sus celos. Eso no era posible. ¿Qué hacer? «Perdonaseguía diciendo la voz.

El egoísmo haciendo gorgoritos. Ni cariño, ni corazón, ni nada; la voz, sólo la voz.

¡Las cuatro! ¡La comida! me dijo una voz de criado, una voz de entonación servil y sumisa; en el hombre que sirve hasta la voz parece pedir permiso para sonar.

Porque para que con una voz comprehendan los hombres una misma cosa, es menester que tengan todos una misma nocion de ella, ó corresponda en todos un mismo significado, pues de otra manera quando el uno nombrará una cosa con una voz, el otro entenderá diferente.

¡Oh, Ra-Ra! dijo con voz tenue . ¡Cómo deseaba verte! Adivinando los propósitos de su visitante, lo puso sobre la palma de su mano derecha, elevándole después hasta su rostro. Ra-Ra se tendió sobre esta meseta de carne y hueso, y apoyando su cara en ambas manos, habló al Gentleman-Montaña: Popito le avisó á usted hace días que algunos de estos hombres que le rodean proyectan asesinarlo.