United States or Northern Mariana Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


El instinto de conservación de su error era tan grande, que este necesitaba muchos y muy fuertes golpes para someterse. Muñoz y Nones tomó su sombrero. «No se vaya usted, no dijo ella, temiendo quedarse sola con sus fieras dudas . Hábleme algo más. No estoy convencida, pero dudo. ¡Oh! Si me muriese hoy mismo, si me muriese antes que empezara a destruirse esta fe, ¡qué dichosa sería!

Y va siempre pensativo y triste, porque los demás ladrones que allá quedan y aquí van le maltratan y aniquilan, y escarnecen y tienen en poco, porque confesó y no tuvo ánimo de decir nones.

Le han escamado los usureros. ¿Sabes que me da lástima? Es lo que llaman un buen muchacho, servicial, amable, cariñoso, débil, y que no hace daño a nadie más que a mismo». Isidora, turbada y nerviosa, varió la conversación y fingió ganas de reír. «¡Ah!, me han dicho que te casas. ¿Es verdad? Eso dicen, . Y cuando el río suena, boda lleva. ¿Con la del notario? Con la de Muñoz y Nones.

Subió Nones, y la dama, después de recomendar al sillero y a otros vecinos que barrieran la delantera de las respectivas puertas, iba a subir también; pero le interceptaron el paso dos sujetos que bajaban. Era el uno don José Ido del Sagrario, a quien no conocerían los testigos de sus románticas hazañas al principio de esta historia, según estaba ya de bien trajeado y limpio.

Yo no ato ningún cabo, ni ese es el camino, Sr. Nones dijo Isidora, dándose, en su despecho, el gusto de remedar un poco el estilo del notario. Ahora lo veremos. Se busca al cómplice de Tomás Rufete, a quien Andréu despidió hace años por infiel. Es medio químico y muy hábil; pero su principal habilidad está en huir de la justicia.

Nuestro hombre resolvió cortar por el atajo y, abocándose con el carcelero, le pidió resueltamente que lo dejase salir por un par de horas, empeñándole palabra de regresar a la prisión antes de que expirase el término fijado. El carcelero reflexionó que la palabra de honor no es cosa para empeñada, pues sobre tal prenda no desata un usurero los cordones de la bolsa, y dijo rotundamente que nones.

El Padre Nones va a venir, y él le dará a usted consuelos que yo no puedo darle... Ahora recuerdo que usted tenía una idea maligna, origen de muchos pecados. Mire usted que si se la lleva consigo le ha de estorbar mucho por allá».

Al propio tiempo tocaba y cantaba hasta desgañitarse... «Que se calle usted... por amor de Dios... Nos deja sordos dijo la santa sacando su portamonedas . Tenga, y a la calle a cantar. Hoy no quiero aquí fandangos. ¿Me entiende?». Marchose el porfiado ciego, y la fundadora siguió hablando con el Padre Nones: «Suba usted a ver si me la reconcilia y le da la última pasadita.

Señor Nones, usted es un hombre honrado. Augusto lo ha dicho. Usted no es capaz de fingir, ni de mentir, ni de engañar. Júreme usted por Dios, por su madre, por sus hijos, que no cree en mi derecho; jureme usted que lo que dice es verdad, y entonces quizás pueda yo empezar a acostumbrarme a esta idea... ¡Jurar! Eso es anticuado.

Yo me contento con decir que la casa de Aransis no ha tenido parte mínima en echarla a usted al mundo. Dos chicos nacieron de una señorita desgraciada... ¿Usted la conoció? dijo Isidora con energía apelando a un recurso de gran efecto. . ¿Me ha mirado usted bien?». Muñoz y Nones, que ya la había mirado bien, consecuente con la dulce afición declarada por Miquis, la volvió a mirar.