United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


Despáchanle con gente y marineros En una muy hermosa caravela: El alcalde Espinosa con mil fieros, Con su gente le hace centinela: Sin pasar veinte dias bien enteros A San Gabriel llegaron, porque vuela La nave, como un vivo pajarito, Tambien con Espinosa su barquito.

Dos perros enormes, hirsutos, fieros, puestos de patas en la borda lo mismo que personas, saludaban igualmente con ladridos contorsionantes que convertía la distancia en gestos mudos. Fue quedándose atrás el buque de vela. Se mantuvo un instante paralelo a la proa; luego, para seguirle, tuvo el gentío que correrse por las cubiertas.

Las estancias cadenciosas de sus trémulos poemas guardan bálsamos y mieles, no los fieros anatemas forjan lanzas aceradas en la urdimbre de su estrofa, 45 y en la gama de su verso melancólico y flexible hay, si hiere, un dulce ruego de perdón indefinible, y un espíritu doliente y amoroso si apostrofa.

Aquellos individuos merendaban alegremente, y nos dispensaron una acogida cariñosa, brindando, así que entramos, a nuestra salud. Observé que, en medio de la confianza, don Jenaro infundía cierto respeto a todos. De las tres muchachas, una se llamaba Concha la Carbonera: era delgada, de un rubio ceniciento, mejillas pálidas y marchitas y ojos azules, fieros y desvergonzados.

Se veía a los marineros acostados entre los platos y los restos del festín de la noche, y todo en el desorden más completo; las brújulas derribadas, las jarcias y las cuerdas confusamente mezcladas, armas y vasos hechos añicos, toneles desfondados dejando correr sobre el puente ríos de vino y de aguardiente... Aquí, bravos camaradas dormidos, en las posiciones más extravagantes, y oprimiendo aún una botella de la que no quedaba más que el cuello, parecidos a esos fieros guerreros musulmanes, que, ya muertos, aun conservaban el puño de la daga.

Intervine yo, desenojé al Cura, quedóse con mi tío a solas y continuamos los demás alrededor del brasero, como antes, charla que charla, sobre «lo de anoche» sobre «lo de ayer» y hasta sobre cierta promesa hecha por a mis interlocutoras el día en que las había conocido, de comer en su casa alguna vez; promesa que todavía estaba sin cumplir, por culpa bien notoria de la agitada vida que llevaba monte arriba y monte abajo, cuando no de los fieros temporales que me tenían bloqueado en la casona.

Tambien las tiernas doncellas Ponen en vuestra defensa El remedio de su ofensa, Y el alivio á sus querellas. No dexeis tan ricos robos A las codiciosas manos, Mirad que son los Romanos Hambrientos y fieros lobos. Desesperacion notoria Es esta que hacer quereis, A donde solo hallareis Breve muerte y larga gloria.

Gabriel alababa al leer esto la prudencia y la tolerancia del buen moro Abu-Walid; pero aún admiraba más, con entusiasmo de seminarista, a aquellos prelados fieros, intransigentes y batalladores, que atrepellaban leyes y pueblos para mayor gloria de Dios. El arzobispo don Martín es capitán general contra los moros de Andalucía, conquista villas y acompaña a Alfonso VIII en la batalla de Alarcos.

Al salir el capitán tropezó con un marinero que entraba, y estuvo a punto de caer al suelo. El holandés no sólo no se incomodó, sino que dió excusas al marinero, que, a su vez, pidió mil perdones por su torpeza. Yo me avergoncé de mis instintos fieros. La bruma melancólica iba avanzando en mi alma, dando a mis ideas un tono de sentimentalismo verdaderamente ridículo.

En su casa se entretenía con el hijo, resucitaba los proyectos de trabajar..., ¿pero en qué? Convencíase pronto de que era imposible; sonaba la campanilla de la puerta anunciando acreedores que entraban fieros como leones; y a los tormentos de zozobra y vergüenza seguían horas y noches enteras de tristeza y desaliento.