United States or Ireland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los alzados, que no esperaban sin duda el aguacero de proyectiles explosivos que caía sobre ellos, trataron de correrse á otra posición situada algo á retaguardia de la que en un principio ocupaban; pero allí también les alcanzaron el shrapnell y la metralla; y yo, que no perdí el menor detalle de la acción, puedo afirmar que la artillería cubana es irresistible, que la fijeza de sus disparos es asombrosa, y que los oficiales americanos que sirvieron de instructores á nuestros artilleros pueden sentirse orgullosos de sus discípulos.

Púsose don Quijote de mil colores, que sobre lo moreno le jaspeaban y se le parecían; los señores disimularon la risa, porque don Quijote no acabase de correrse, habiendo entendido la malicia de Sancho; y, por mudar de plática y hacer que Sancho no prosiguiese con otros disparates, preguntó la duquesa a don Quijote que qué nuevas tenía de la señora Dulcinea, y que si le había enviado aquellos días algunos presentes de gigantes o malandrines, pues no podía dejar de haber vencido muchos.

No tuvo lugar de responder el vaquero, ni don Quijote le tuvo de desviarse, aunque quisiera; y así, el tropel de los toros bravos y el de los mansos cabestros, con la multitud de los vaqueros y otras gentes que a encerrar los llevaban a un lugar donde otro día habían de correrse, pasaron sobre don Quijote, y sobre Sancho, Rocinante y el rucio, dando con todos ellos en tierra, echándole a rodar por el suelo.

A los seis meses justos se le antojó a la joven esposa viajar por Europa, un viaje largo que había de durar un año o más; visitar toda Francia, Italia, subir luego a Inglaterra, pasar a Alemania y correrse hasta San Petersburgo. El enamorado Montesinos no puso obstáculos a este deseo, aunque debiera ponerlos.

En fin, don Francisco, si esto dura mucho tiempo, el alcázar se convierte en Sierra Morena: lo mismo se bandidea en él que si fuera despoblado, y en cuanto á montería, piezas mayores pueden correrse en él, sin necesidad de ojeo, que no lo creyérais si no lo viérais. Me declaro por lo de las piezas mayores; veamos. Primera pieza.

Dos perros enormes, hirsutos, fieros, puestos de patas en la borda lo mismo que personas, saludaban igualmente con ladridos contorsionantes que convertía la distancia en gestos mudos. Fue quedándose atrás el buque de vela. Se mantuvo un instante paralelo a la proa; luego, para seguirle, tuvo el gentío que correrse por las cubiertas.

Sonó un hierro en la cerradura, que resistió un momento; luego se sintió correrse el fiador. La puerta se abrió. Cerróla de nuevo el sargento mayor, y entró en el aposento donde se encontraba Dorotea. La joven permanecía aún inmóvil en el lugar donde la había dejado el tío Manolillo, y continuaba llorando.

Ferragut escuchaba sombrío, pero con una atención cada vez más concentrada. Presintió la explicación de muchos actos incomprensibles. Una cortina iba á correrse en su pasado, viéndolo todo bajo una nueva luz.

«Supongo añadió que andaremos en coche y a caballo, que tendremos buena mesa y palco en el Real». Echose a reír Juan Bou y dijo que no pensaba correrse mucho, ni hacer el oso, ni ponerse en ridículo como un indianete sin seso; que tan sólo obsequiaría a cuatro amigos, y que sin abandonar su taller, trataría de ver qué sabor tiene la sangre del pueblo.

Hay muchas cosas que parecen errores de nuestra conducta, y que son verdades de conciencia, inspiraciones inevitables de un deseo virtuoso, sobre las cuales debe correrse un velo de misterio y de veneracion.