United States or Armenia ? Vote for the TOP Country of the Week !


No hay que asustarse dijo el director . Son los barrenos. Ha llegado la hora de darlos. Momento grandioso e imponente a la verdad. El estrépito de cada uno, centuplicado por los mil ecos y resonancias que las galerías producían, no podía menos de infundir alguna chispa de pavor hasta en el corazón de los más bravos. Todos guardaron silencio.

Fué administrado espiritualmente por los PP. Franciscanos, y hoy lo es por el clero secular, siendo su párroco en la época á que se refieren estos viajes ó sean los años de 1878 á 1882 el Padre Llorente, quien después de hacer toda la campaña de la primera guerra civil al frente de bravos gastadores isabelinos, dejó las armas dedicándose á espirituales ejercicios, hasta llegar á la administración parroquial de Tabaco, el que le debe, gracias á su actividad y aficiones artísticas, no pocas mejoras.

Poco le faltaba aquella mañana para figurarse que todo Madrid la compadecía, que era el ídolo de multitudes, que se hacía interesantísima, que era un tipo novelesco, y aun que salían por aquí y por allá bravos caballeros dispuestos a hacer cualquier barrabasada por sacarla de aquel mal paso. ¡Pero qué feo, qué desmantelado el cuarto! ¡Qué cama, que muebles, qué desnudas paredes!

Estaba esta ciudad edificada Encima la barranca, sobre el rio, De tapias, no muy altas, rodeada, Segura de la fuerza del gentío. De mancebos está fortificada: Procura el indio de ellos el desvío, Que son diestros y bravos en la guerra Los mancebos nacidos en la tierra.

Sobre que ese Pepe Vera nació de pie dijo uno de sus compañeros. ¡Tiene más suerte que quiere! Como que hoy por hoy, no la cambio por un imperio repuso el torero. ¿Pero qué dice a eso el marido? preguntó un picador, que contaba más años que todos los demás de la cuadrilla. ¿El marido? respondió el torero . No conozco a su mercé sino para servirlo. Pepe Vera no se las aviene sino con toros bravos.

Llamadas a escena, palmoteo ruidoso, bravos y otras señales de complacencia. Tristán, rojo de emoción, avanzaba por la escena entre los actores recibiendo los aplausos y haciendo profundas cortesías... Después en el saloncillo una nube de amigos que brotan siempre al calor de los aplausos como se cuenta que nacen los sapos con la lluvia de verano.

Llegó el tropel de los lanceros, y uno dellos, que venía más delante, a grandes voces comenzó a decir a don Quijote: ¡Apártate, hombre del diablo, del camino, que te harán pedazos estos toros! ¡Ea, canalla -respondió don Quijote-, para no hay toros que valgan, aunque sean de los más bravos que cría Jarama en sus riberas!

Le agradaba también comer en compañía de los oficiales ingleses y curiosear después un rato por las calles comerciales. Admiraba a los soldados vestidos completamente de blanco, con sombrero de paja, guantes amarillos y zapatos cuidadosamente lustrados, a la hora en que aquellos bravos, acompañados de sus pequeños, iban a comprar sus provisiones.

Los gritos de los bravos, El ¡ay! de los esclavos, Y el trueno del cañon; Del plomo los rugidos, Del sable los crugidos, Y el golpe del tambor. Del potro las carreras, Los vivas y los mueras, Y el toque del clarin, Cual trueno tramontano Que asorda todo el llano Retumba en el confin.

Adquirió su poema formas concretas, ya no fue nebuloso; y en las tiendas de los israelitas, que ella bordó con franjas de colores, acamparon ejércitos de bravos marineros de Loreto, de pierna desnuda, musculosa y velluda, de gorro catalán, de rostro curtido, triste y bondadoso, barba espesa y rizada y ojos negros.