United States or Pakistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Al quedar libre el paso, el carruaje emprendió una marcha veloz a todo correr de sus mulas, pasando entre los otros vehículos que afluían a la plaza. Al llegar a ésta, torció a la izquierda, dirigiéndose a la puerta llamada de Caballerizas, que daba a los corrales y a las cuadras, teniendo que marchar a paso lento entre el compacto gentío.

Con este gentío calagurritano se mezclaban los postulantes de otra esfera, personajes y señorones que pasaban al despacho desde que llegaban. El criado no podía contener a la turba impaciente, desesperanzada, a veces rabiosa, que tenía en sus maneras el ímpetu del asalto.

Entro un instante en el jardín; ¡imposible caminar! Regreso, y, paso a paso, consigo tomar la línea de los boulevares. La misma animación, el mismo gentío, con más bullicio, porque los cafés han extendido sus mesas hasta el medio de la calle.

Aquí saltaron quince á refrescarse, Con fin de meter agua en el navío, La gente que allí está, cura emboscarse, Con ayuda tambien de algun gentío. En ellos dan, al tiempo que embarcarse No pueden, ni huir del poderío De los nuestros; de suerte que murieron Los trece, y á los dos vivos cogieron. Davis se retirò y va huyendo, Sin saber de Candish ni la Almiranta.

Pasadas estas islas, torna el rio A su primera madre acostumbrada. De una y otra parte gran gentío La tierra firme tiene bien poblada. El Guaraní les manda con gran brio, Que tiene la mas tierra sujetada: Entre ellos Yamaudú, gran hablador, Que se titula y nombra Emperador.

Los campeones de D. Raimundo fueron sucesivamente apareciendo. Los combates fueron muy cortos. El Caballero del Azor, con pasmosa destreza y bizarría, logró que en menos de media hora los tres mordiesen el polvo, muy mal herido uno de ellos. El gentío que rodeaba el palenque rompió en estrepitosas aclamaciones y vítores.

Yo no creí prudente intentarlo; pero fui hacia allá, codeando a diestro y siniestro, cuando al llegar junto al teatro, ante cuyas puertas se agolpaban masas de gente y no pocos coches, sentí que vivamente me llamaban, diciendo: Gabriel, Araceli, Gabriel, señor D. Gabriel, Sr. de Araceli. Miré a todos lados, y entre el gentío vi dos abanicos que me hacían señas y dos caras que me sonreían.

Casi todo el vecindario estaba en la plaza, a pesar de la lluvia cada vez más fuerte. Muchos miraban al negro espacio con expresión burlona. ¡Qué chasco iba a llevarse! Hacía bien en aprovechar la ocasión soltando tanto agua; ya cesaría de chorrear tan pronto como saliese San Bernardo. La procesión comenzaba a extender su doble cadena de llamas entre el apretado gentío.

¡Atrás, atrás! ¡Fuera de la plaza! continuaba el capitán. Y era bien obedecido, porque el gentío se desbandaba á toda prisa. La procesión fracasó. El retrato quedó hecho trizas en medio de la plaza; la tropa tomó todas las entradas. ¿Qué fué de Lázaro?

Los dos hombres se volvieron de repente por no poder atravesar el gentío, y asustado Jacobo cubrióse al punto el rostro con el pañuelo cual si se limpiase las narices, y subiendo muy de prisa la escalerilla del Carmen, entróse en el templo...