United States or South Korea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Así fue, que cuando supo el proyectado casamiento, dijo, dando un suspiro y alzando los ojos al cielo: ¡Pobre don Federico! ¡Tan bueno, tan piadoso, tan bendito! Dios los haga felices, como hacerlo puede, ya que nada es imposible a su omnipotencia. Momo, con su acostumbrada mala intención, tuvo el gusto de dar la noticia del casamiento a Ramón Pérez.

Si tu padre tiene algunos defectos, yo tengo más aún: de modo, que no hay mérito en perdonárselos, si él me perdona en cambio los míos.... No hablemos de tu padre, hablemos de ti misma.... No sabes lo que me duelen esos apuros de dinero, a los cuales no estás acostumbrada. Yo, si pudiera, los remediaría al instante.... Pero bien sabes que manejo poco dinero.

En dos o tres funciones a que asistió, figurósele que los curas le hablaban con acento hostil, que el arcipreste le examinaba frunciendo el entrecejo, y que únicamente don Eugenio le manifestaba la acostumbrada cordialidad.

Salió bien la traza, porque los nuestros faltos de dinero, se entraban por las aldeas y pueblos grandes, y se hacian contribuir, y en hallando resistencia, con la acostumbrada licencia militar maltrataban de manos y de lengua á quien se les oponia.

Acostumbrada y encariñada la Condesa viuda con su antigua vivienda, nada, sin embargo, temía.

Y era curioso ver con qué poco se contentaba aquella mujer acostumbrada al lujo y á prodigar el dinero como una princesa. Antes de estar iniciado en las dificultades de su posición, la he sorprendido alimentándose, según ella por gusto, con platos de su país que costaban apenas unos céntimos al día.

Yo también estaba acostumbrada al calor cuando vine hace años, y sin embargo no me ha hecho daño;... depende de las naturalezas... ¿Pero Julia se ha puesto mala aquí? preguntó Miguel, aunque ya lo sabía. Ha tenido un catarrillo pertinaz, pero la he mandado a Mejorada unos días con mi prima Rafaela, y se ha puesto buena.

¡La educación inglesa! decía Milord abriendo mucho la boca para marcar su admiración. ¡Una gran cosa! Hay que ver lo que sabe la chica... Es verdad que acostumbrada á tantas finuras, se aburre aquí entre brutos. Pero, de mi para usted, don Luis, yo tengo mi plan, mi ambición, y es casarla con algún señor de la compañía.

Llamó como persona acostumbrada a considerarse hasta cierto punto en la propia casa y cuando le vi entrar en el amplio y suntuoso patio, subir lentamente la escalera y desaparecer en la antecámara del palacete, comprendí mejor que nunca por qué aquel joven flaco, de aspecto tan modesto y de actitudes tan resueltas no sería en ningún caso lacayo de nadie y tuve el sentimiento neto de su destino.

Usted habrá oído hablar de una sociedad establecida en Gijón que se llama Unión Carbonera... No señor ni gana respondió el capitán con su acostumbrada viveza. Es una sociedad muy respetable, compuesta de personas de posición, que se dedica á la explotación de minas... , de minas y tontos... Todas esas sociedades son pillería.