United States or Saint Vincent and the Grenadines ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Qué sencilla, pero qué hermosa!... La virgen de la Silla... La Venus del Nilo, como dice Trabuco. Esto lo dijo Joaquín Orgaz. El círculo de la nobleza se abrió para acoger en su seno a la Hija pródiga de la Sociedad, como acertó a decir el barón de la Barcaza, que in illo tempore había estado muy enamorado de Anita, a pesar de la señora baronesa e hijas.

Todas aquellas cabezas, eminencias de la ciencia manilense, medio hundidas en sus mucetas de colores, todas las mujeres que allí acudían por curiosidad y que años antes le miraban, si no con desden, con indiferencia, todos aquellos señores cuyos coches, cuando muchacho le iban á atropellar en medio del barro como si se tratase de un perro, entonces le escucharían atentos, y él les iba á decir algo que no era trivial, algo que no ha resonado nunca en aquel recinto, se iba á olvidar de para acordarse de los pobres estudiantes del porvenir, y haría la entrada en la sociedad con aquel discurso...

Ellas se daban una importancia colosal, aparentando, particularmente Leonor, lo que ni en sueños podían tener; y como eran agradables de cara y sueltas de lengua, muchos inocentes caían en el lazo, y las miraban como lo granadito de la sociedad. La confusión de clases en la moneda falsa de la igualdad.

Con esto no se conformó la Sociedad, quien en 14 de Junio hizo una solicitud al Municipio pidiendo se revocase el acuerdo de los derechos sobre el coliseo, cosa que se llevó á cabo.

Y si no observa los diversos grados de moral que se advierte en las sociedades menos educadas... compara a una niña de la alta sociedad con una chinita inculta... ¿Cómo vas a sostener que tienen el mismo pudor, ni la misma conciencia del propio decoro? Esos son resultados del medio en que se vive.

Y a su inteligencia, verdaderamente extraordinaria, se une una piedad ejemplar... verdaderamente ejemplar... ¡Oh, es más entusiasta que yo todavía por los héroes de la guerra!... Luego, tiene un tacto maravilloso para conducirse en sociedad, aunque sus costumbres austeras no te permitan estar mucho tiempo dentro de ella... ¡Es una santa!

Explicó Ponte Delgado su inopinado renacer a la vida hípica, por el compromiso en que se veía de ir al Pardo en excursión de recreo con varios amigos, de la mejor sociedad.

En el gobierno de la sociedad el abuso del poder acarrea su ruina; el abuso de la libertad da orígen á la esclavitud.

Muy envanecido de haber respirado el aire de una sala de baile honrada con la presencia de testas coronadas, decía: Solamente allí puede uno comprender lo que es el mundo, porque uno se encuentra en una sociedad exclusivamente compuesta de verdaderos grandes señores.

Digo que le hace la rosca por lunas, porque esas de García tienen allá un pleito en Madrid, de no qué intereses del marido, que era corredor y se metió en una sociedad por acciones... en fin, no será así, pero es lo mismo.