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Las sociedades, claro, tienen sus edades como las personas: hay sociedades que están mamando, sociedades que andan a gatas, sociedades pollas, sociedades jóvenes, y por fin, las maduras y dueñas de ; sociedades con barbas, en una palabra, y también con algunas canas.

Mirado de cerca, el organismo norteamericano presenta los mismos síntomas de enfermedad que el de las más viejas sociedades europeas. Su régimen político ha sido fuente de progreso, indudablemente; pero las ideas republicanas están lejos de practicarse con la pureza que generalmente se les atribuye.

Detrás de su avance victorioso iban constituyéndose sociedades anónimas y sindicatos de capitalistas. En el Wall Street, los grandes capitanes del dinero recibían al viejo Craven como á un igual cuando se le ocurría perder una semana en el ferrocarril yendo de San Francisco á Nueva York.

Pero si allí la civilizacion está muy atrasada respecto de otras sociedades europeas, no hay que pensar por eso que España no progresa. Cuatro siglos de tiranía, intolerancia y errores inauditos, han dejado atras á un pueblo que, si hubiera sido gobernado como Inglaterra desde 1688, sería hoy el primer pueblo del mundo.

La juventud, que así significa en el alma de los individuos y la de las generaciones, luz, amor, energía, existe y lo significa también en el proceso evolutivo de las sociedades. De los pueblos que sienten y consideran la vida como vosotros, serán siempre la fecundidad, la fuerza, el dominio del porvenir.

Puede hoy decirse con razón que el triste empleo de intendente de finanzas, en las viejas monarquías, se ha convertido en el primer cargo del gobierno en nuestras jóvenes sociedades.

Juzgo que para un latino cuya vida ha pasado en el seno de sociedades cultas y educadas, será difícil connaturalizarse con el modo de ser yanqui, áspero y egoísta en sus formas.

Acaso uno de esos relojes es la mejor manifestacion de esa verdad profunda de la armonía de las cosas y las sociedades, que concilla y hace coexistir perfectamente la personalidad del hombre y la solidaridad social, donde quiera que la libertad permite y favorece la plena accion de esa ley de la naturaleza.

Le veía acostarse y dejándole al cuidado de su antigua ama de gobierno, salía con el espíritu tranquilo, é iba al teatro ó á las sociedades, pero jamás se retiraba tarde, atraído por el recuerdo de aquel muchacho tan débil y que tan preferente lugar había tomado en la vida de su tutor.

El porvenir es, en la vida de las sociedades humanas, el pensamiento idealizador por excelencia.