United States or Maldives ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si vuelve usted para entonces, me encontrará y nos veremos por última vez, porque después irremisiblemente levanto el vuelo, aunque llore y rabie la pobre tía... Por ahora estoy bien aquí. ¡Qué cansada me encuentro! Esto es una cama después de un largo viaje. Sólo un gran suceso me obligaría a saltar. Se vieron aún muchas tardes en el jardín, saturado de olor de las naranjas maduras.

Tocaba con las yemas de sus dedos las moras silvestres, y cuando las hallaba maduras cogía tres, una para cada boca. Esta para ti, primito decía poniéndosela en la boca y esta para ti, Nela. Dejaré para la más chica.

Pero bella siempre. Su olfato masculino sintió en la mansa tranquilidad de su mirada, en su cuello mórbido, y en todo lo indefinible que denuncia al hombre el amor ya gozado, que debía guardar velado para siempre, el recuerdo de la Lidia que conoció. Hablaron de cosas muy triviales, con perfecta discreción de personas maduras.

Habla, que nos tienes con el alma en un hilo dijo don Quintín. Si creen ustedes que hago lo que voy a hacer por no estar a las duras, como he estado a las maduras, que se les quite eso de la cabeza. Yo seguiré ayudándoles a ustedes en lo que pueda; por de pronto, aquí están estos treinta duros para la mudanza.

Pero, aunque se llenaran de capullos de seda, sepa, señor mío, que no he de pelear: peleen nuestros amos, y allá se lo hayan, y bebamos y vivamos nosotros, que el tiempo tiene cuidado de quitarnos las vidas, sin que andemos buscando apetites para que se acaben antes de llegar su sazón y término y que se cayan de maduras. -Con todo -replicó el del Bosque-, hemos de pelear siquiera media hora.

Entre aquellas hormigas humanas habíalas de pocos años y buen palmito, risueñas unas y alborotadas con la boda, otras quejumbrosicas y encendidos los ojos de llorar, con la despedida. Media docena de maduras dueñas las autorizaban, sacando de entre el velo del manto la nariz, y girando a todas partes sus pupilas llenas de experiencia y malicia.

Estas referencias o noticias sueltas eran en aquella triste historia como las uvas desgranadas que quedan en el fondo del cesto después de sacar los racimos. Eran las más maduras, y quizás por esto las más sabrosas. iii En los siguientes días, la observadora y suspicaz Jacinta notó que su marido entraba en casa fatigado, como hombre que ha andado mucho.

Fino polvo, levantado por el movimiento de las faldas las acompañaba semejante a una ligera nube y por causa del calor, de las extremidades de las ramas que ya amarilleaban, caía en torno de ellas hojas y flores maduras y se prendían a la larga manteleta de muselina en que Magdalena estaba envuelta.

¿Y cómo es que estas rosas del valle, estas cerecitas maduras, no quieren bailar en una noche como esta? Nos agrada más charlar un poco, ya que pocas veces tenemos el gusto de vernos reunidas replicó Demetria apretando tiernamente la mano de su amiga.

Del valle subía olor de heno recién segado, aroma de flores y frutas maduras. De pronto un rayo de sol cayó sobre la punta más alta del cerezo plantado delante de la casa de la tía Basilisa; volteó un momento sobre las hojas y saltó á otra rama más baja dejando tras una estela de esmeralda. Otro salto más y se plantó en la higuera más próxima á la casa del tío Goro.