United States or Namibia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Conque sus, y en vez de hacer procesos, señora, haced cofres, y mientras se pide licencia á sus majestades, el coche se apareje y huyamos, antes de que llegue el caso de que cuando queramos huir, no sea tiempo, y creedme y no disputemos, que allí tenéis entrambos los padres, y si vos dejáis de ser dama de la reina, doña Clara, seréis señora en vuestra casa; y á falta de la tercera compañía de la guardia española, tendréis vos allí, don Juan, los no menos bravos alabarderos de la guarda del virrey.

El cuerpo de su marido obstruía el paso por la única puerta de salida; se detuvo un instante, y como tomando una resolución repentina, con los ojos iluminados por una luz satánica, se volvió al hombre que la esperaba con actitud indecisa, y saltando ambos por sobre el cuerpo que yacía en tierra, le gritó: ¡Huyamos! Yo no me había olvidado de Valentina, mi dulce Valentina de otros días.

Las tropas de la casa no habían salido; la caballería avanzaba, y los nacionales llegaban ya al palacio de Liria. Es una locura; huyamos gritó Pinilla. ¿Y qué hacemos con éste? dijo uno, señalando el cadáver del Doctrino. ¿Qué hemos de hacer? ¡Bonita reliquia para cargar con ella! ¿Tiene algún papel en el bolsillo? ¡A ver, quitárselo pronto! Pinilla le registró cuidadosamente.

Los disparos de fusil no cesaban, pero arreciaba la lluvia de flechas. Veíaselas atravesar los aires y caer en los alrededores de la casa, y algunas de ellas en el techo. ¡Tío! exclamó a poco Hans con voz angustiosa . ¡No podemos resistir más! ¡El techo está ardiendo! ¡Maldición! gritó, rabioso, Van-Stael. ¡Vamos a morir asados! gritó Cornelio . ¡Huyamos, o la casa ardiendo se nos caerá encima!

de tu madre el dolor desoyes, y el hondo grito de las ansias de su amor. ¡Dios es grande y vengador, y cumple lo que está escrito! ¿Y qué ha de cumplirse, di? Temo que te mate el fiero Ben Jucef-el-Meriní. ¡Huyamos! De tu pasion me estremece la locura, se me hiela el corazon, y pienso que, horrenda, oscura, una horrible maldicion nos lleva á la desventura.

¡No sin vos, por vida mía! dijo resueltamente Roger. Dejad que llame á cuantos perros quiera. ¡Venid, venid conmigo, pues! ¡Os lo ruego! insistió ella tirándole del brazo. Conozco á ese hombre y que os matará sin compasión.... ¡Pues bien, huyamos! y asidos de la mano corrieron en dirección al bosque.

MANRIQUE. ¡Ángel mío! LEONOR. Huyamos, ... ¿No ves allí en el claustro una sombra?... ¡Gran Dios! MANRIQUE. No hay nadie, nadie... fantástica ilusión. LEONOR. ¡Ven, no te alejes; tengo un miedo! No, no... te han visto... vete... pronto, vete por Dios... mira el abismo bajo mis pies abierto; no pretendas precipitarme en él.

MANRIQUE. No, Leonor; tus votos indiscretos no complacen a Dios; ellos le ultrajan. ¿Por qué temes? Huyamos; nadie puede separarme de ti... ¿Tiemblas?... ¿Vacilas? LEONOR. ¡; Manrique!... ¡Manrique!... Ya no puede ser tuya esta infeliz; nunca... mi vida, aunque llena de horror y de amargura, ya consagrada está, y eternamente, en las aras de un Dios omnipotente.

25 Y les quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque el SE

Eran Medrano y Pablillos, que habían presenciado desde allí toda la escena. Al caer a la calle, el escudero recibiole sobre su pecho, exclamando: Famosa estocada, ¡voto a Cristo! Huyamos, huyamos presto, no sea que vuelva la ronda. Ramiro ordenoles esta vez con imperio que fueran a esperarle al solar, y, dándoles la capa y el sombrero, enderezó resueltamente a la casa de Beatriz.