United States or Tunisia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Colgaba frente a ellos una maja de ojos provocativos y boca manchada de rojo violento, como las flores del mantón, pero se anegó también en la misma irrealidad fantástica. No podía hacer Adriana mucho caso de lo que Julio le hablaba, porque se sentía demasiado embargada por la idea de estar conversando los dos sin testigos, en aquel delicioso rincón de soledad.

Esta respuesta fantástica le fué probablemente sugerida por la proximidad de los rosales del Gobernador, que tenía á la vista, y por el recuerdo del rosal silvestre de la cárcel, junto al cual había pasado al venir á la morada de Bellingham. El viejo Rogerio Chillingworth, con una sonrisa en los labios, murmuró unas cuantas palabras al oído del joven eclesiástico.

El terrado no era a la sazón más que una vasta sala embaldosada de mármol y cubierta de cristales de color. Llamábase el terrado porque lo había sido en otro tiempo, pero don Mariano lo había cerrado con cristalería hacía pocos años, transformándolo en una hermosa y fantástica habitación de gusto árabe donde se iba a tomar café en las tardes de verano con sus hijas y algún amigo.

Mientras tanto, Zarandilla acariciaba con ruidosas palmadas y motes grotescos a dos asnos garañones, grandes como caballos, huesudos, angulosos, como si fuesen esculpidos a hachazos; la cara roma, los ojos casi ocultos bajo una maraña de pelos y las orejas caídas. Dos bestias de fealdad monstruosa y fantástica, que parecían surgidas de una visión apocalíptica.

No servía para ninguna clase de trabajo serio y constante; tenía preciosa letra, muy delicada en los perfiles, pero tardaba mucho en llenar una hoja de papel, y su ortografía era extremadamente caprichosa y fantástica; es decir, no era ortografía.

Solté una sonora carcajada al leer esta epístola fantástica y también la abuela se rió de buena gana. Está decididamente en el aire la manía de escribir dijo enjugándose los ojos que estaban llenos de lágrimas. ¡En qué siglo vivimos!... Y proponer a San Pablo... Es una broma de Francisca dije a la abuela, en cuanto pude respirar. La pobre Celestina ha sido sugestionada.

Y mientras tanto que se abandona así a una peligrosa indolencia, ve cada día acercarse la boa que ha de sofocarlo en sus redobladas lazadas. El año 1833, Rosas se hallaba ocupado en su fantástica expedición, y tenía su ejército obrando al sur de Buenos Aires, desde donde observaba al gobierno de Balcarce. La provincia de Buenos Aires presentó poco después uno de los espectáculos más singulares.

M. Scott jamás manifestó la menor inquietud, y tenía perfecta razón para estar tranquilo... Más aún, gozaba con los triunfos de su mujer; era feliz al verla contenta. ¡La amaba tanto!... un poco más que ella a él, quizá. En cuanto a Bettina, formose a su alrededor una carrera fantástica, ¡una ronda infernal! ¡Semejante fortuna! ¡Y semejante belleza!

El alma no puede menos de formar una idea muy grande, muy atrevida, muy gigantesca, una idea casi maravillosa, casi fantástica, del hombre que con ese monton de mármoles da las gracias á sus compañeros de lucha, de triunfo y de gloria; porque esa enormísima y espléndida pirámide no es otra cosa que las gracias que da un general á sus fieles y valientes soldados.

Si se exceptúa esa galería fantástica de Dante, en que los tipos más sorprendentes y más extraordinarios están amontonados con una profusión espantosa, como en el Juicio Final de Miguel Angel, los italianos han sido raramente creadores.