United States or Latvia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Muy agradecidos los régios esposos á las muestras de cariño que estos continuamente les prodigaban, no podian menos de espresarles su reconocimiento de una manera mas loable, porque estos monarcas no se desdoraban de que cualquier vasallo hiciese parar su carruaje, aun en los sitios mas públicos y concurridos, para prestar atencion á lo que les quisiesen manifestar.

Entre la gente más sencilla de aquellos buenos colonos se reunió una pequeña suma, por medio de la cual la haraposa Melisa pudo vestir la ropa de la decencia y de la civilización, y con frecuencia un rudo apretón de manos y palabras de franca aprobación y confortamiento de alguna de esas figuras arrugadas, groseras y vestidas con la encarnada camisa, hacían acudir el rubor a las mejillas del joven maestro y le obligaban a pensar si eran del todo merecidos los plácemes y tributos que se le prodigaban.

Observó Miguel que la intendenta ejercía una soberanía absoluta, casi despótica, sobre esta diminuta tertulia; ordenaba en tono perentorio cualquier servicio, contestaba con acritud a las observaciones que la hacían, y en general se mostraba bastante indiferente a las atenciones y acatamientos que a cada instante la prodigaban aquellos señores, incluso el tío Manolo.

Parecía confundida por los cuidados que le prodigaban; hablaba, con los ojos húmedos, de los seres queridos que iba a volver a ver, si Dios lo permitía... A la caída de una tarde serena se abrió ante nuestras miradas ávidas el bello cuadro de la Gironde, rodeado de encantos por las sensaciones de la llegada.

Incorporóse lentamente y contempló á Roger, que no tardó en abrir los ojos y en sonreirse complacido al escuchar los elogios que todos á porfía le prodigaban. Os estoy muy reconocido, señor mío, díjole Tránter, con no muy amistoso acento. Sin vos hubiera perecido en el río, porque soy natural de las montañas de Varén, donde se cuentan muy pocos que sepan nadar.

Se hallaba retraído en tercera o cuarta fila, siguiendo con ojos de susto los cuidados que a la criatura se prodigaban. Y trató de irse con disimulo sin nueva despedida; pero Amalia le detuvo con alarde de audacia que le dejó petrificado. ¿Qué es eso, conde, no quiere usted dar un beso a mi pupila? ¡Yo!... , señora... no faltaba más.

La magna cuestión de la herencia los unía momentáneamente. Clementina visitaba mañana y tarde a su padre. Osorio también iba con frecuencia al palacio de Requena. Uno y otro prodigaban al viejo mil atenciones, compadecían su soledad, le mimaban. Había en su comportamiento cierta familiaridad afectuosa que cuadraba muy bien a unos hijos que van a proteger la venerable ancianidad de un padre.

Rodeado por un grupo de máscaras estaba el simpático don Feliciano Gómez. Su gran pirámide de cabeza monda y reluciente, descollaba soberbia por encima. Eran mujeres las que formaban círculo en torno suyo, armando algarabía insufrible. Las bromas que le prodigaban tocaban a menudo en la injuria.

Como muchos otros dramáticos de su época, entró en su edad adulta en el estado eclesiástico: fué capellán del cardenal Moscoso, y rector, nombrado por éste, del hospital del Refugio, consagrándose con tal celo á la práctica de sus deberes religiosos, que, no obstante los grandes aplausos que se prodigaban á sus comedias, renunció por completo á la poesía dramática . De la última comedia, que escribió, Santa Rosa del Perú, sólo son suyos los dos primeros actos, habiendo compuesto el tercero D. Pedro Francisco Lanini y Sagredo, con cuya colaboración había escrito antes otras muchas comedias . Moreto murió en Toledo en 28 de octubre de 1669, y fué enterrado en la parroquia de San Juan Bautista.

Las mujeres de la villa no podían reprimir el entusiasmo y le prodigaban en voz alta mil adjetivos a cual más lisonjero. ¡Mírala, mírala qué preciosa va, mujer del alma! ¡Si apetece comérsela a besos! ¡Y qué traje tan rico lleva! Dicen que ha venido ex profeso de París. No ha querido vestirse de tisú.