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Una bella noche de luna paseábamos por las calles, fragantes de primavera. Fantomas exhaló un sollozo romántico: ¡Qué noche tan hermosa para robar! Lo del maillot y el gorro con borla es una invención de la fantasía folletinesca de la policía. Yo no robo en traje de etiqueta y zapato de charol.

Se desaparece tan cómodamente en nuestro gran París, que cualquier hombre tendría tiempo de dar la vuelta al mundo antes de que nadie hubiese notado su partida. Saludé a Magdalena igual que si la hubiera visto el día antes. A la primera mirada comprendió que volvía a ella totalmente agotado, hambriento de verla y con el corazón intacto. Me ha inquietado usted mucho dijo. Y exhaló un suspiro.

Doña María exhaló un suspiro en que parecía haberse desprendido de la mitad de su alma, y no dijo más por el camino. Yo tampoco hablé una palabra. Llegamos a la casa, donde con impaciencia y zozobra esperaba a su ama D. Paco.

Un segundo estremecimiento más profundo, más persistente, se dejó notar en doña Juana, que exhaló un grito y se puso de pie aterrada. No podía ser el libro lo que había causado este nuevo terror. En efecto, había sido distinta la causa. La duquesa había visto abrirse una de las paredes de la cámara, y salir por la abertura una sombra negra. Su sobresalto, pues, era muy natural.

Esta casa, según dice Mesonero Romanos, en el Semanario pintoresco de 1853, existía y existe hoy probablemente, con la misma distribución interior que tuvo cuando el gran poeta vivía en su cuarto principal, y, al visitarla, sorprende á todos por su modestia y casi por su pobreza, porque su superficie total es sólo de 849 pies, y la fachada de 17-1/2, con un solo balcón en cada piso á la calle Mayor; y cuando reflexionamos que aquel gran genio de la corte de Felipe IV, aquel capellán octogenario de los Reyes nuevos, el noble caballero de Santiago, el ídolo de la corte y del pueblo, subía los empinados peldaños de aquella estrecha escalera, y habitaba en el reducido espacio de esta pobre vivienda, en donde exhaló el último suspiro, sentimos respeto y admiración profunda hacia el inmortal dramaturgo, que, desde una morada tan modesta, difundió los rayos de su genio por todo el mundo civilizado.

Pero Dunstan saltó uno de más y empaló su caballo en un poste. Su persona inelegante y completamente invendible escapó ilesa, mientras que el pobre Relámpago, inconsciente de su calor, rodó de costado y exhaló dolorosamente el último suspiro. Había sucedido que, pocos minutos antes, Dunstan se había visto obligado a apearse para arreglar uno de los estribos.

Exhaló Cordero de su pecho un suspiro en que parecía que la mejor parte de su alma se escapaba en busca del fugitivo, y salió abrumado de pena. En la calle el gentío que se agolpaba junto a las ruinas le dio a entender que sacaban aquel precioso fósil que fue agente eclesiástico.

El Casino Turolense, sito en la calle de los Amantes, antes de Ricos Hombres, ocupa la casa que fue de los padres de la desgraciada D.ª Isabel de Segura, frente a la cual se ve el solar de la que fue de los de D. Diego Garcés de Marcilla: el gabinete de lectura es bastante bueno y si mal no nos han informado estuvo allí la alcoba de D.ª Isabel y Azagra, alcoba donde exhaló el postrer suspiro en la mas terrible agonía el mismo D. Diego, caballero digno de mejor suerte Tanto este Casino como el del Porvenir, están suscrito a muchos periódicos y en ambos el servicio es bastante bueno.

En aquella soledad y excitada por el rezo, quién sabe qué ideas melancólicas atravesaron por su mente, ni qué amarga ternura hirió su corazón; ello es que exhaló un profundo suspiro y dos gruesas lágrimas brotaron de sus hermosos ojos y se deslizaron por sus frescas y sonrosadas mejillas.

El médico interrumpió su lectura y exhaló un profundo suspiro, al enjugar el sudor de su frente. Roberto se había parado de un salto; por un instante miró fijamente, como cegado por un rayo, el círculo luminoso de la lámpara, luego se precipitó hacia el anciano; parecía querer arrancarle el papel de las manos. ¿Está escrito allí? balbució. ¡Lee mismo! Siguió un largo silencio.