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De todo lo cual resulta una armonía asaz melancólica, de sabor romántico muy marcado. El romanticismo podrá huir de las costumbres y ser arrojado de la novela y el teatro; más siempre hallará un nido tibio y delicioso donde guarecerse en el corazón de las jóvenes artesanas de Sarrió.

¡Buen romanticismo nos Dios, señor don Alejandro! ¡Romántico un lance de una realidad tan tremenda, que todavía me pone los pelos de punta cuando le recuerdo en toda su imponente sencillez! ¿Los pelos de punta, eh?

Una bella noche de luna paseábamos por las calles, fragantes de primavera. Fantomas exhaló un sollozo romántico: ¡Qué noche tan hermosa para robar! Lo del maillot y el gorro con borla es una invención de la fantasía folletinesca de la policía. Yo no robo en traje de etiqueta y zapato de charol.

Veo en él una mezcla de rabino avaro, moro fantaseador y guerrero romántico, ansioso de rescatar los Santos Lugares para devolver millones de almas a su Dios. Pero reconozco que, de ser cierta la hipótesis del cambio de nacionalidad, fue éste uno de los mayores aciertos de su vida.

Pero tengo muy presente que desde el primer momento que la , comprendí que era la mujer más hermosa que ha habido en el mundo, y por lo tanto, que tenía que ser mi esposa. Yo era entonces excesivamente romántico; no le llamará la atención saber que toda mi corte fué hecha a la luz de la luna.

Es muy hermoso, mi pobre mamá, correr de un lado a otro, ir a todas partes con completa libertad. Yo nunca había gozado de semejante dicha. ¡Pero si viviese!... »Comienzo ya a pasear valientemente por las alamedas. Hasta hace ocho días eran impracticables, porque el jardinero del conde Dandolo es un romántico puro, enamorado del hermoso desorden y de las gracias melenudas.

Otro caso raro... para , que no leer más que en un libro... Lo que no ofrece duda es que hasta en las personas que se creen más despreocupadas hay un fondo sensible que llega a lo romántico... Yo lo había observado en el público que se convierte en fiera en la plaza de toros, y se enternece en el teatro con las dulcedumbres de una comedia ejemplar. Hoy lo he experimentado en mi propia.

Las Novelas y cuentos que publicamos en este volumen tienen, por los asuntos, por el ambiente y por los trágicos desenlaces, todo el aire romántico de las obras de sus contemporáneos; pero son, por su lenguaje, por el giro de las frases, lo más cercano a las producciones de los siglos de oro.

Un panteísmo vago, poético, bonachón y romántico, o mejor, un deísmo campestre, a lo Rousseau, sentimental y optimista a la larga, aunque tristón y un poco fosco; esto, todo esto mezclado era lo que encontraba ahora Ana dentro de y lo que se empeñaba en que fuera todavía pura religión cristiana.

No importaba.... Dio algunos paseos por la plaza, desierta a tales horas.... Nadie; no se asomaba ni un gato. «Una vez allí ¿por qué no continuar el cerco romántico?». Se reía de mismo. ¡Cuántos años tenía que remontar en la historia de sus amores para encontrar paseos de aquella índole!