United States or Venezuela ? Vote for the TOP Country of the Week !


Será bien, pues, que cada qual exercite el juicio, y que se haga á distinguir lo que toca á la fantasía, y lo que pertenece á la razon; y para fortalecer el juicio será conveniente pensar, que nada ha de gobernarle sino lo bueno, lo verdadero, y lo util, y que moderando las pasiones, y refrenando el vigor de la fantasía, tiene lugar el juicio para exâminar mejor las cosas.

Sólo era dable á la más exuberante fantasía inspirar alma y vida á definiciones abstractas y áridas de las facultades del alma; sólo la imaginación poética más extraordinaria podía infundir en lo sobrenatural forma y redondez plástica; sólo el buen sentido más exquisito podía volar sin precipitarse en las regiones de la metafísica y de la razón pura, y sólo, por último, la más decidida capacidad dramática era capaz de producir tanta animación é interés en este dominio y con tales personajes.

No es el estilo, no es la fantasía, no es la virtud de la palabra lo que nos persuade, sino la sincera e irresistible aparición de la verdad en la palabra misma.

Siempre sensible y feliz en su serenidad inocente, se dejaba llevar por la corriente de una vida sin agitación ni contratiempos. En su sitio propio, para dar paz al ánimo y descanso á la fantasía, vivía sin sentirlo digámoslo así; y si alguna vez la entristecía algún pensamiento, era el pensamiento de volver á la calle de Válgame Dios.

Lo que nosotros podemos decir es que la experimentamos, y que toda la naturaleza corpórea se nos ofrece bajo la forma de extensa: en pasando de este punto afirmamos sin ningun fundamento, sustituimos á la realidad un juego de nuestra fantasía.

Sus comedias religiosas, á lo menos, apenas merecen la más ligera alabanza: distínguense por su falta completa de buen gusto, por el absurdo y exagerado misticismo, peculiar de ordinario de este linaje de composiciones, aunque sin la osada fantasía, que las sublima, conciliando lo extraño con lo maravilloso.

Cuando el joven poeta, cuya vocación lo inclinaba al drama, comenzó á escribir para el teatro, tenía presentes, sin duda, todas aquellas imágenes poéticas, que habían entusiasmado á él y á todo el público, y era imposible que no fuesen fecundas, é influyeran también en su fantasía.

Todas estas cosas revolvía en mi fantasía, y me consolaba sin tener consuelo, fingiendo unas esperanzas largas y desmayadas, para entretener la vida, que ya aborrezco.

Donde no hay imágenes no hay arte, porque no hay fantasía, y el hombre no halla imágenes para representarnos la inmensidad, por lo mismo que el hombre vive en el espacio, el cual no es inmenso. El arte, pues, es nulo para representarnos netamente la idea de Dios; ese Dios es más grande que toda figura, que todo símil, que toda poesía, que toda creacion humana.

D. José Salamanca tiene fantasía, tiene gusto; pero es una fantasía exterior, sensual; es un gusto que apenas pasa de la sensacion, que no halla pasto suficiente en las emociones más elevadas del sentimiento. D. José Salamanca es un idealista que no se contenta con la idealidad; es un artista que no se contenta con el arte; es un poeta que no tiene bastante con la alta y verdadera poesía.