United States or Kosovo ? Vote for the TOP Country of the Week !


Hermosa edad replicó el pintor, que dibujaba al amparo de la amplia pantalla de su lámpara. Es, en efecto, una hermosa edad continuó el señor de Pierrepont ; es la edad en que el hombre se halla en la plenitud de sus facultades, pero es al mismo tiempo una hora crítica, una hora decisiva en la vida y sobre todo en la vida de un ocioso, de un simple dilettante como yo.

El esmero exquisito con que todos los objetos se hallaban colocados en sus puestos, la elegancia y coquetería de los muebles y el perfume delicado que al entrar se percibía, bien claramente anunciaban el sexo y la calidad de la persona que lo habitaba. Cuando María dio luz a la lámpara se encontraron sus ojos con los de una imagen del Redentor que ocupaba el centro de la mesa donde la luz ardía.

La de S. Ginés mártir, que supone el P. Roa se hallaba situada donde está ahora el hospital llamado de la lámpara, y que S. Eulogio pone en el arrabal de Tercios, del cual hoy nadie razon. En esta iglesia estuvo sepultada la célebre Sta.

Sus ojos se iluminaron. Aquellas manos aristocráticas que se habían abierto tan a menudo para dar, se crisparon ávidamente como las garras de un avaro. Rompió el papel de todos los cartuchos, hizo brillar el oro amarillento a la luz de una lámpara humeante e hizo tintinear a sus oídos aquellos discos trémulos, que tañían alegremente los funerales de Germana.

En aquel momento, con la rapidez del rayo, entró una figura derribando una silla y atropellando un criado y, en medio de la sorpresa general, se apoderó de la lámpara, corrió á la azotea y la arrojó al río. Todo pasó en un segundo: el comedor se quedó á oscuras. La lámpara ya había caido en el agua cuando los criados pudieron gritar: ¡Ladron, ladron! precipitándose tambien á la azotea.

Las señoras ahogaron un grito y quedaron mudas y pálidas. Las paredes del agujero eran sombrías, desiguales y destilaban agua. En cada departamento de la jaula un minero sujetaba, con su mano trémula de modorro, una lámpara. Todos, menos el director y los mineros avezados a subir y bajar, sentían cierta ansiedad en el estómago.

Una lámpara de petróleo ilumina la estancia, donde hay mucho librote. El doctor SEELENF

La lámpara, casi agonizante, parecía negar su luz a aquella escena: Tirso, no esperando tan pronto el ataque, tuvo un instante de flaqueza y, levantándose del asiento, quiso refugiarse en su cuarto: Pepe, extendiendo hacia él la mano, le hizo señal de que esperase.

¡Oh! allá abajo, en la espléndida abertura de esa ventana, como eres parecida a una estatua, de pie, tu lámpara de ágata en la mano. ¡Oh Psiquis, tu que me has llegado de esas regiones que son la Tierra Bendita!.... Soneto

Nunca he visto medusa tan grande: parece un gran paraguas dijo. Pues aún las hay mayores dijo el Capitán , y que brillan por la noche como si llevaran en la bolsa una lámpara eléctrica. ¿Son gelatinosas esas medusas? preguntó Hans. Tan extremadamente gelatinosas son, que no pueden conservarse.