United States or Kuwait ? Vote for the TOP Country of the Week !


Por eso guardo mi modesta ofrenda Que es la silvestre y solitaria flor, Que á tu corona, de las gracias prenda, Dar no puede fragancia ni esplendor. Yo que no tengo cortesano genio Nada quiero decir ante tu altar, Cuando otros mil las flores de su ingenio Á tus plantas vendrán á derramar.

Doña Juana, que era sencilla, pero no simple; modesta y dulce, pero no cobarde; callada y circunspecta, pero no torpe, se entró un día sola en el aposento del duque su esposo, tomó un pistolete y lo llevó á su aposento, después de cerciorarse de que estaba cargado. Doña Juana se había puesto en lo peor. Y como todo el que se pone en lo peor, había acertado.

Amaba también las flores y las mujeres, muy especialmente a la mujer del prójimo. Era catador insaciable de la fruta del cercado ajeno. Su vida se deslizaba modesta y feliz, regando las gardenias de su jardincito de la calle de Ferraz y seduciendo a las esposas de los amigos.

No: Manuel podía rechazar esta sospecha cumplidamente, porque Felisa era tan modesta como desinteresada; no con la modestia que aparenta ignorar la propia belleza, sino con aquella otra que muy pocas mujeres tienen y que consiste en no abusar del poder que sus hechizos les conceden.

El pequeño puerto, casi inaccesible antes á las lanchas pescadoras, se había reformado, penetrando ya en él buques de muchas toneladas y sobre el muelle en que únicamente se pesaba el pescado fresco en modesta romana, crujían las grúas y se revolvían con dificultad carros, básculas y trabajadores.

En el fondo, junto á la modesta cátedra del capellan, está un pequeño altar reducido á un Cristo, la imágen de la Vírgen y los vasos y objetos necesarios para el culto romano. Ese altar está provisto de un cortinaje oscuro y espeso. Cuando los reclusos católico-romanos están en la capilla, el altar está descubierto y funciona el sacerdote respectivo.

El abate Constantín comenzaba a volver en , a tranquilizarse; pero, sin embargo, estaba aún demasiado conmovido para cumplir correctamente con sus deberes de dueño de casa; por eso Juan tomaba la dirección de la modesta comida de su padrino.

También al levantar por un momento la cabeza para quitarse los anteojos y limpiarlos, contemplaba, como los otros, una visión familiar. Su esposa, una mujer joven, de rostro dulce, estaba con una criatura de pechos en el regazo, entre dos niños y una niña algo mayores; pero ninguno de ellos pasaba de los siete años. La habitación modesta ofrecía un aspecto fresco y gracioso.

Buenas noches dijo Quilito. Y salió, haciendo resonar sus tacones sobre las losas del patio. ¡Que te diviertas! gritó el padre. ¡Que no vuelvas tarde! apuntó la tía. Concluyó tristemente la modesta comida; con el último bocado se levantaron y Pampa entró a quitar la mesa.

Por lo tanto no quise alojarme en el principal hotel de la localidad, que a pesar de ser malo era caro, sino que busqué más modesta vivienda. Después de recorrer varias fondas, decidí aceptar la habitación que en su casa me brindaba cierta viuda, mediante muy reducido estipendio.