United States or Belize ? Vote for the TOP Country of the Week !


La simpática y encantadora actriz posee en toda su persona vencedor y misterioso atractivo; con él y por él seduce y hechiza, como si fuera más hermosa que la Venus de Milo; se viste con lujo, esmero y gracia admirables, y su voz es argentina y simpática y tiene matices, inflexiones y tonos propios para expresar toda pasión y todo sentimiento: la ternura amorosa, los celos, la soberbia y la ira.

Pues, entonces no me cabe duda que te ha dao una bebía compuesta ó bien has olío una rosa hechizá... Bien pudiera suceder también añadió cayendo en una meditación profunda que te hubiera pasao la piedra imán por la espalda; pero esto me parece poco para tanto maleficio... Ó bien que haya hecho el muñeco... Mira, hijo, procura abrir el cofre ó el armario donde guarda la ropa y regístrala bien, y si encuentras un muñeco que tenga clavados unos alfileritos sobre el corazón, deshazlo prontito; hallarás un hueso dentro, sácalo y corre al cementerio y entiérralo.

Y aún sería peor, si vencida la repugnancia de lo verde y amargo y quebrantada también a fuerza de dientes la dureza de la envoltura leñosa, nos encontrásemos con que la nuez estaba vana o podrida. Prescindiendo de estas contingencias, yo declaro que todo tratado filosófico despierta mi curiosidad y me hechiza.

El galope del caballo que amenaza atropellarnos, el ruido del torrente que nos puede arrebatar, el trueno que retumba y nos anuncia la tormenta, el estruendo del cañón que nos da noticia de que ha principiado una batalla, el ruido de las carreras, de la gritería, de los tambores y campanas, que nos indican el estallido de la cólera popular, la música estrepitosa que nos informa de la alegría causada por una fausta nueva, el concierto dedicado á los placeres del salon, el canto que nos hechiza con melancólicos recuerdos, con sentimientos de esperanza y de amor, el ay! que nos avisa del sufrimiento, el llanto que nos aflige con la idea del infortunio; todo esto nos dice el oido; sobre todo esto nada puede decirnos el tacto.

Pues el espíritu que agita á ese imperio fabuloso, esa palanca que lo remueve, ese huracan que lo airea y lo empuja, el arquitecto milagroso que echa por tierra su enorme muralla, el mago invisible que lo hechiza, ¿lo oyes lector mio? ese formidable poder que aturde á los chinos; ese huésped irresistible que les obliga á tolerar otras religiones; que les obliga á conceder la libertad de cultos, aunque al oirlo se estremezca la tumba de su sagrado ; eso que allí se mueve, que por allí anda, eso que allí reina, es la estadística; la Economía política; la administracion, las matemáticas sociales; el gobierno de nuestros dias.

Pues con ella sola y lo que Dios ha esparcido con tanta abundancia y hermosura alrededor de este «solar de mis mayores», como dice papá, resultan maravillas de placer... Por supuesto que a ti que te espanta la soledad, y te entristece el ruido de las arboledas, y te hechiza el de la calle, y te embriaga el vaho de los salones, ha de parecerte inconcebible lo que te afirmo; pero te advierto que no trato de que me envidies, sino de que sepas lo que me pasa.

Copiando al historiador Ibrabim el Katib refiere Conde, que un dia regaló el sultan á una esclava suya, muy linda y preciosa, un collar ó gargantilla de oro, perlas y pedrería, de valor de 10,000 dinares ó doblas de oro, y que contando despues el rey á su poeta Abdala ben Xamri que á sus wazires, presentes á la dádiva, les habia parecido escesiva, el poeta por adular el gusto de su señor habia improvisado un concepto en verso encareciendo las gracias de la esclava querida, al cual contestó el rey con esta otra improvisacion: Es don tuyo Aben Xamri la elegante poesía, los oscuros pensamientos tu claridad ilumina cual las sombras de la noche la luz del alba disipa: su encanto por el oido en el corazon destila, como la gracia y beldad de una criatura linda nuestros ojos arrebata nuestro corazon hechiza, mas que la rosa y jazmin mas que las eras floridas.

Como las notas de una dulce y melancólica música que llega notando en las alas de la noche y del silencio, y que más bien sentimos que oímos; como la suave exhalación de la violeta que fenece sobre el sentido que hechiza; como el copo de nieve que se disuelve en el aire antes que lo haya empañado la tierra; como la ligera marea separada de la fuerte ola que una ráfaga la destruye, tal era su naturaleza, rebosante de esa modestia, gracia y ternura, sin las cuales una mujer no es mujer.

En el llano, transformado en inmenso cultivo, no se ve agua en parte alguna y, no obstante, ella es quien da á la tierra la frescura y fecundidad; la que puebla los jardines de flores, arbustos y follaje; la que multiplica las ramas dando así á las umbrosas avenidas el profundo misterio que nos encanta. Bajo otra forma, es también el agua la que nos rodea y nos hechiza.

Lo que importa ahora es deshacer el maleficio de la bebía compuesta, si es que la has bebío, ó de la rosa hechizá, si la has olío... Primeramente, un día de éstos que salga Soleá á la calle, tomarás un puchero y echarás en él aceite y sal y tres clavitos de hierro atados por la cabeza. Lo verterás todo cuando ella vaya á llegar á la puerta de casa.