United States or Guadeloupe ? Vote for the TOP Country of the Week !


Otra vez, en la montaña, se habían detenido delante de la rajada puerta de una capillita, en cuya cerradura estaba puesta la vieja y mohosa llave; ella trató de abrir con su débil y blanca mano, pero inútilmente, y entonces él dio vuelta a la llave, y en el momento de abrir ante su devota compañera el sagrado lugar, pensaba cuán grande era la secreta fuerza de esa debilidad aparente: la pobre mano se había cansado en vano y parecía tener que renunciar a su intento; pero un musculoso brazo, puesto a su servicio, había vencido por ella el obstáculo.

De lo que había pasado en la excursión del día de San Francisco de Asís y en otras sucesivas procuró De Pas enterarse en las conversaciones que tuvo con su amiga fuera de la Iglesia; dentro del cajón sagrado no había modo decoroso de preguntar ciertas menudencias a una mujer como Anita. La Regenta agradecía al Magistral su prudencia, su discreción.

Arrojó la montera al tendido, y las manos se abalanzaron unas contra otras, luchando por atrapar el sagrado depósito. Gallardo hizo seña al Nacional para que con un capeo oportuno trajese el toro hacia él.

Le expresé la sorpresa que me causaba encontrar al hombre de mundo y viajero, convertido en un monje morador de un claustro, a lo que respetuosamente me respondió en voz baja, pues estábamos dentro de un recinto sagrado: Después le diré a usted todo. No es tan notable ni sorprendente como sin duda le parece a usted.

Resuena acaso el canto levantado En los oidos sordos de la muerte? Cabezas que animó fuego sagrado, Manos dignas del cetro y de la lira, Yacen talvez en túmulo ignorado En este campo que ninguno admira. No leyeron el libro portentoso Que enriquece del tiempo la corriente: La pobreza con soplo silencioso Congeló de sus génios el torrente.

Con tanto fervor tomó el cabildo de Córdoba la veneracion y culto de este sagrado misterio.

»¡Oh, Dios mío! ¿Qué no daría yo por ser en realidad su hermana? ¡Ah! Si lo fuera, me escucharía usted cuando yo le dijera: » Amaury, hermano mío, no seré yo quien te aconseje que olvides y traiciones un recuerdo sagrado. que tu corazón ha muerto para el amor y que ninguna mujer habrá ya de conmoverte. Justo es que seas fiel a tu muerta adorada; así obras con lealtad y así debes portarte.

Que una corona del laurel sagrado Su frente polvorosa orne y circunde, Y empuñando su hierro ensangrentado, La juventud que á combatir se apresta Muestre la enseña de la patria enhiesta. El funeral del martir generoso Le corresponde al pueblo redimido, Cuando libre del yugo vergonzoso La pira encienda en el altar ungido, Y cuando puedan respirar sus almas Y sus manos alzar cívicas palmas.

Era costumbre asímismo acudir allí la gente los dias de fiesta á pasear en coche y á caballo, profanando aquel lugar sagrado con escándalo de los devotos que visitaban las cruces. Deseoso el cabildo de poner á todo remedio, encargó al Dr.

¿Y usted cree que está enamorada realmente de ese niño que parece una colegiala del Sagrado Corazón? ¡Vaya usted a saber! Clementina presume mucho de original. Esta última aventura la acredita de ello.... Mire usted qué miraditas tiernas le está echando el bebé desde lejos.