United States or Denmark ? Vote for the TOP Country of the Week !


He soñado contigo... ¿No lo dudas? Mejor; así comprenderás al fin que hay besos más horribles que el de Judas, cerebros locos y almas de Caín. He soñado contigo... Han sido mudas horas de ensueño, horas de jardín, con los ojos abiertos a las rudas olas de olor que me brindó un jazmín. He soñado contigo... Mira; aun arde mi corazón en su postrer alarde. Mírame bien ¡oh amor! mírame bien.

Querían soñar bajo la nieve perfumada de los interminables bosques de naranjos; ser dueños de los valles abrigados donde el mirto y el jazmín embalsaman el aire salitroso; de los volcanes mudos que dejan crecer entre sus rocas el áloe y el cacto; de las montañas de mármol que descienden sus blancas aristas hasta el fondo del mar y refractan el calor africano emitido por la costa de enfrente.

Y si los famosos naranjales parecen un tanto monótonos, en cambio los abrigados recodos do domina la vegetación africana, áloes y cactos, los campos de setos exquisitos sembrados de mirto y de jazmín, por último, las odoríferas landas agrestemente perfumadas, causan vuestra admiración.

Después que el boticario de la Palma Alta me vendó la mano no volví a acordarme de tal cosa, y no digo yo dedo y medio, sino los cinco de cada mano me hubiera yo arrancado con los dientes, con tal de hallar a mi idolatrada Inés, ¡a aquella rosa temprana, a aquel jazmín de Alejandría!... Durante este tiempo no me olvidé de ti, pues el mismo día 3 te hice conducir a esta casa, que es la mía, en la cual has permanecido hasta hoy, y donde, gracias a los cuidados de tan buena gente, has recobrado la salud.

Ayudóle a levantar, sosteniéndole por debajo de los brazos, y arrastróle suavemente, para lavarle la herida, hacia el pozo que la marea baja dejaba al descubierto, colocado al pie de una roca, en la orilla misma del mar. El niño se dejaba conducir con entera confianza, apoyando la lívida cabecita, blanca cual un jazmín cortado a la mañana, en el hombro de Paco.

Triunfa de mi loco amor Y de mi seso perdido; Que, aunque piensas por vencido, Yo que es por vencedor. Pon la rosa carmesí De mi prestada alegría, Y mi celosa porfía En el lirio azul turquí; En el alhelí pajizo Mi desesperado ardor, Y en la violeta el amor Que mi voluntad deshizo; Mi imposible en el jazmín Blanco, sin dar en el blanco.

Una campiña admirable, perfumada por las riquísimas esencias del azahar y el jazmin, se extiende allí encuadrada entre cerros desnudos y rocallosos, como una inmensa esmeralda engastada en acero occidado. Por todas partes el cultivo mas perfecto, los angostos canales de irrigacion, los bosques de naranjos y limoneros cargados conjuntamente de flores y amarillas frutas en asombrosa profusion.

La señora, en la primavera y en las tardes y noches de verano, suele estar cosiendo o de tertulia en el patio, cuyos muros se ven cubiertos de un tapiz de verdura. La hiedra, la pasionaría, el jazmín, el limonero, la madreselva, la rosa enredadera y otras plantas trepadoras, tejen ese tapiz con sus hojas entrelazadas y le bordan con sus flores y frutos.

Oíalo todo Florela, que a poca distancia estaba, entre el follaje de un bello jazmín escondida, y oyó asimismo que Margarita dijo, con la voz apenada y débil, y tan apasionada, aunque quería ocultarlo, como si su voz hubiera salido de en medio de sus doloridas entrañas: ¡Ay, señor mío, que yo también estoy espantada de misma, porque no debiendo tener ni corazón ni alma más que para la desgracia, que nunca lloraré bastantemente, del fallecimiento de la desventurada madre mía, en cosas pienso que tan lejos están de mi madre como de mi ventura!

Pero diréisme que un lunar es bello, Y en blanco seno fúnebre crespon, O en negros rizos un jazmin nevado Que en su contraste forma la ilusion. Pero no es bello el yuyo en los jardines, Ni negra sangre en grato rosicler, Ni las gotas de lodo salpicado Sobre túnica blanca de mujer.