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El ímpetu, ó destruye en un momento todos los obstáculos ó se quebranta; la energía sostiene algo mas la lucha, pero se quebranta tambien; la firmeza los remueve si puede, cuando no, los salva, da un rodeo, y si ni uno ni otro le es posible, se para y espera.

5 Que arranca los montes con su furor, y no conocen quién los trastornó; 6 que remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas; 7 que manda al sol, y no sale; y sella las estrellas. 8 El solo extiende los cielos, y anda sobre las alturas del mar. 9 El que hizo la Osa, y el Orión, y las Pléyades, y los lugares secretos del mediodía;

La justicia humana acampa sus legiones en un puñado de tierra cubriendo sus ejércitos con cuatro varas de lona; la Divina justicia hace dormir bajo dilatadas sábanas de candente lava, poderosas fuerzas cuyo solo aliento remueve montañas llevando la muerte y la destrucción por doquier. Las zonas del monte son dignas de estudio por distintos conceptos.

Este libro que lee Sarrió es un libro trascendental y filosófico; se titula: Diccionario general de cocina. Sarrió tiene fija la vista en una de sus páginas; su cuerpo se remueve en la silla; diríase que le desasosiega alguno de los pasajes del libro. , , le inquieta a Sarrió uno de los pasajes de este libro.

Ni la más mínima. ¿Qué quiere Vd. que se sepa de eso? Ah, bueno... Si quiere una a toda costa, supóngase que en una tierra hay un millón, dos millones de semillas distintas, como en cualquier parte. Viene un terremoto, remueve como un demonio eso, tritura el resto, y brota una semilla, una cualquiera, de arriba o del fondo, lo mismo da. Una planta magnífica... ¿Le basta eso?

Es inútil pensar en agotarlo, porque cinco minutos después estará de nuevo lleno. Viene el sol al día siguiente, abrasador, inflamado, se remueve el barro para continuar los trabajos, y los miasmas deletéreos infeccionan la atmósfera. ¿Se hará el canal? Sin duda alguna, porque no es una obra imposible y los recursos con que hoy cuenta la industria humana son inagotables.

ELECTRA. No hay ángeles, no, no... Oigo mi nombre, oigo el bullicio de los niños, que remueve toda mi alma. Son los hijos del hombre, que alegran la vida. Hermana Dorotea, diga usted a la Hermana Guardiana que vigile la puerta de la calle Nueva y la de la Ronda. DOROTEA. Voy, señor.

La Grecia echa por tierra el ara de aquellos sacrificios, remueve las arenas y las momias del Asia, cierne las cenizas del fuego pasado, coloca en la urna de su genio el polvo del arte, lo amasa á su modo, lo compone, lo crea, y quema todo lo demás en nombre de su hermoso y brillante ídolo.

Más de uno te he visto morder y despedazar con tus uñas y tus dientes, en los momentos en que el buen tono cede el paso a la pasión y a la sociedad. buscas la felicidad en el corazón humano, y para eso lo destrozas, hozando en él como quien remueve la tierra en busca de un tesoro. Yo nada busco, y el desengaño no me espera a la vuelta de la esperanza.

Ya se remueve un poco; una ancha inspiración hincha su pecho; sus ojos se abren intranquilos. Y luego dice con voz larga y suave: ¡Ay, Antonio! ¡Ay, Antonio! Ha llegado la unción hace un momento y han ido poniendo sobre sus ojos, sobre sus oídos, sobre sus labios, sobre sus manos, sobre sus pies los santos óleos.