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¿Hay exactitud en comparar estrictamente esas corrientes, como se ha hecho á veces, corrientes asaz distintas y no muy mezcladas, á los vasos, venas y arterias de los animales superiores? Rigurosamente hablando, no. Empero tienen cierta semejanza con la circulación menos determinada que los naturalistas han descubierto recientemente en algunos seres inferiores, moluscos y anélidos.

Aunque las potencias del entendimiento que hemos explicado sean distintas, y diversas en el modo de obrar, se hallan tan enlazadas unas con otras, que momentaneamente exercitan sus actos sin estorbarse, y se ayudan sin embarazarse: de modo que la prontitud imponderable con que valiéndose unas de otras producen sus actos, es causa de mucha confusion, y de errores en los que no meditan, ni trabajan en entender lo que toca á cada una de ellas.

Al mismo tiempo sacó del bolsillo un librito de memorias y leyó con voz suave diversas cantidades que la anticuaria le había prestado en distintas ocasiones: un día treinta duros, otro setenta, otro cincuenta. Entre todas sumaban mil quinientas cincuenta pesetas. Bueno dijo el joven metiendo la cartera de nuevo en el bolsillo. Vamos a hacer una cifra redonda. Le debo a usted dos mil pesetas.

Regresamos a la casa y allí se habló de cosas muy distintas. Mi amo, que siempre era complaciente con su mujer, lo fue aquel día más que nunca. No decía Doña Francisca cosa alguna, aunque fuera insignificante, sin que él lo celebrara con risas inoportunas.

La misma divisibilidad infinita no los salva tampoco de la simplicidad; la division separa las partes pero las supone distintas; luego la division infinita debe suponer una muchedumbre infinita de seres simples que hagan posible la division.

Solía ir un pintor de marinas que había presentado algunas en distintas exposiciones, sin que hasta la fecha le hubiesen dado recompensa alguna. D.ª Fredes juzgaba esto una de las grandes injusticias del siglo diez y nueve. Para ella, Martínez, que así se llamaba el pintor, era uno de los artistas más eminentes que hubiese producido la España contemporánea.

Hemos hablado alegre y largamente de mil cosas distintas y me ha hecho prometer que le contaría mis viajes y le hablaría de mis amigos, y le he dicho que eras el mejor de ellos. Por su parte me ha recomendado, con cierta autoridad, que cultivase las relaciones con el señor de Montbreuse, al que sólo encontraba demasiado austero para su edad.

Y aun si bien se mira, el orgullo y la vanidad son una misma cosa con distintas formas; es un mismo fondo que ofrece diversos cambiantes segun el modo con que le da la luz. Este fondo es la exageracion del amor propio, el culto de mismo.

Cierto que me quedaban las ligaduras de un compromiso solemnizado tantas veces y delante de tantas y tan distintas personas; pero también era verdad que a ese compromiso le había puesto yo la limitación de «en cuanto me fuera posible», y que, suponiendo que llegara a ser capaz de penetrar la obra de mi tío para trabajar en ella, mi trabajo no sería continuo ni a cada hora, ni siquiera de cada día, al paso que la tediosa realidad que me asfixiaba era continua, perenne, de todos los momentos.

Ahora no hacemos más que exponer hechos, y el hecho es que aquella religiosidad exterior se manifiesta de una manera incuestionable. Vamos ahora á ver las cosas de otro modo. =Moralidad de Paris con relacion á la opinion=. Esta moralidad es tan escrupulosa como la que se observa con respecto á las leyes, aunque proviene de causas distintas.