United States or Laos ? Vote for the TOP Country of the Week !


Pero más que todos esos fastuosos salones, más que todas esas ricas exposiciones de la entusiasta imaginacion de un pueblo brillante y fantástico, más que todos esos fatigosos alardes de lujo y de riqueza, hieren y cautivan nuestra atencion tres salas extensísimas, casi desnudas, silenciosas, solemnes: la sala del trono, con sus doce enormes arañas, destinada primitivamente á las recepciones, á los banquetes y festines, y las dos salas de los Prebostes, de esos magistrados del pueblo, de esos reyes de la ciudad, de esos alcaldes absolutos que eran los amos de Paris, como los padres de la edad media eran los amos de su familia, como los señores feudales eran los amos de su feudo y de su castillo.

Para ella siguió diciendo su amigo , todos los hombres deben trabajar en algo, producir, ser héroes. A su pobre marido, dulce como un cordero enfermo, lo adoró porque pintaba unos cuadros paliduchos y había conseguido modestas recompensas en varias Exposiciones.

Me parece repuso que soy dueño de colocar la exposición donde me plazca, puesto que soy el narrador. Por otra parte, no es aquí, en la Opera, donde hay que mostrarse severo respecto a las exposiciones agregó el profesor en Derecho, las cuales no se entienden jamás. Lo cual es, con frecuencia, una fortuna para los autores de los libretos añadió el notario mirándome.

Más tarde les facilitó entradas para las exposiciones, y sabiendo lo aficionado que era el sillero a los toros, fingiéndose ocupado, más de la mitad de los domingos le daba el billete de su abono. Finalmente entró en la casa. Romadonga era hombre flexible y dúctil hasta un grado increíble. Con el mismo aplomo entraba en la casa de un grande de España que en la de un menestral.

En el teatro, en las exposiciones, en los viajes, las mismas burlas y las mismas sátiras frías a propósito de todo lo que despertaba en su mujer una emoción un poco viva. Madama de Maurescamp tomó, pues, poco a poco la habitud de reconcentrarse en todo aquello que da precio a la vida de todo ser delicado y generoso.

Me gustaba viajar, y viajaba mucho dentro y fuera de España; me gustaba el llamado «gran mundo» o «alta sociedad», y la frecuentaba en sus salones, en los teatros, en los paseos y hasta en los balnearios de moda, y en el deporte; me gustaban las Bellas Artes, aunque consideradas principalmente como artículo de lujo, y compraba cuadros y esculturas en las exposiciones; me gustaban ciertos hombres de la política y de la literatura, no por políticos ni por literatos precisamente, sino por la resonancia de sus nombres y el atractivo de sus conversaciones, y frecuentaba su trato y los acompañaba en sus círculos y en sus banquetes y en sus tertulias y francachelas... hasta me gustaban los toreros a cierta distancia, y a cierta distancia cultivaba la amistad de algunos de ellos.

Solía ir un pintor de marinas que había presentado algunas en distintas exposiciones, sin que hasta la fecha le hubiesen dado recompensa alguna. D.ª Fredes juzgaba esto una de las grandes injusticias del siglo diez y nueve. Para ella, Martínez, que así se llamaba el pintor, era uno de los artistas más eminentes que hubiese producido la España contemporánea.

Las antiguas ferias, la solemne pompa de algunas festividades religiosas, las exposiciones de industria al uso moderno, los resucitados juegos florales, los congresos católicos, y hasta algunos otros congresos ultra-políticos, a fuerza de negar que son políticos, así como las predicaciones apasionadas y elocuentes de las personas que aspiran a regenerarnos, todo ello es útil para conservar y reanimar la vida en los extremos, impidiendo que refluya al centro y deje lo demás inerte.

Para esto, procederé como acostumbro, por el método analítico, descomponiendo el hecho consignado en el capítulo anterior, recorriendo varias exposiciones del mismo, y señalando la insuficiencia y la inexactitud de alguna de ellas, antes de llegar á la única que me parece verdadera y cumplida.

También van sabios a los cafés; también se oyen allí observaciones elocuentes y llenas de sustancia, exposiciones sintéticas de profundas doctrinas. No es todo frivolidad, anécdotas callejeras y mentiras. El café es como una gran feria en la cual se cambian infinitos productos del pensamiento humano.