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Pero me creí obligado a sustituirle a usted para no perder una hermosa pieza, rara en este terreno. Le pertenece por derecho. No me permito, pues, ofrecérsela: se la devuelvo. Añadió algunas frases más para obligarme y acepté el obsequio del señor Domingo como deuda de galantería dispuesto a pagarla.

Hombres blancos dijo Uri-Utanate, que ya lo sabía todo . Mi casa, mis guerreros y mis barcos están a vuestra disposición. Me habéis devuelto a mi hijo, a mi heredero, y yo os devuelvo la libertad. Padre dijo el joven guerrero . Estos hombres vienen de lejanos países situados al Oeste, y quieren llegar a las islas Arrú para volver a su patria. Yo los guiaré hasta ellas. ¡Mi hijo es un valiente!

Virey á V. S. Uno de 17 de Setiembre, que principio; "está bien:" dos de 19 de Noviembre, que empiezan; "aunque como verá V. S., y teniendo presente:" otro de 19 de Febrero, que comienza; "recibí los dos oficios," siendo el último del año presente, los demas del anterior: y todos los devuelvo.

Apruebo su matrimonio, lo reintegro en su situación de heredero, le devuelvo mi cariño y me preparo á rivalizar contigo en ternura para la joven pareja. ¡Dios mío! exclamó Clementina levantando los brazos con estupor; ¿qué es lo que oigo? Lo que oyes, querida prima, es el lenguaje de la sana razón.

Supongo que también el cotillón ha influido para que se quedase, pues yo le había prevenido que contaba con él. Vamos, una buena voluntad y cédame a este apreciable Martholl; yo devuelvo siempre las cosas prestadas; lo tendrá, pues, para algunas figuras, ya que parece interesarse tanto por él. María Teresa había palidecido.

¡Ah, ! cuando les ofrecía echar las puertas de los ministerios a cañonazos a aquellos bandidos rompió mi tía electrizada. Eso es, eso es, y aquella proclama al pueblo de Buenos Aires: «Os devuelvo intactas...» No, intactas no; la proclama decía «casi intactas». Bueno, es lo mismo. ¡Qué bellas frases, qué verdades de a puño! ¡Ah, qué tiempos, doctor! Esos eran tiempos de entusiasmo.

Y por esa, fijando su mirada en aquella cruz tosca de madera enfrente de él en la pared colgada, mientras la muerte su semblante altera así piensa en su mente, casi helada: «Yo no hice á nadie mal; nunca en mi vida »en venció al deber pasion alguna, »y al bien y á la virtud con ánsia ardiente »mis fuerzas consagré desde la cuna. »La oracion y el ayuno, rudamente »á la carne rebelde han amansado, »y ha sido de mi vida en el pasado »mi orgullo la humildad, mi lecho el suelo, »mi amor el bien y mi ambicion el cielo. »Mas por cuidar del alma, he descuidado »el cuerpo á mi custodia confiado, »y devuelvo á la tierra sus despojos, »por rudas penitencias macerado, »blandas las carnes y los nervios flojos. »Yo, del caudal de fuerzas en unidas »para crecer al riego del trabajo, »sin pensar que mi vida era cien vidas, »que nada creó Dios que inútil sea, »enamorado loco de una idea »he dejado los gérmenes secarse »sin cumplir su mision, comun á todo, »de crecer, dar el fruto, y trasformarse... »Justo será el castigo, aunque severo... »¡Tu mandato, Señor, olvidé impío! »¡En vano de mi afan el logro espero! »Culpable soy... ¡Perdon! ¡Perdon, Dios mio!» Y al elevar sus ojos á la altura, una lágrima, mundo de amargura, cae de sus ojos á sus labios yertos; suspira, un nombre y un adios murmura, y queda con los ojos entreabiertos.

Ligero o pesado, mi amor es como yo, y yo soy como la naturaleza me ha hecho. El gozo de unirme a ti no es bastante poderoso para cambiar mi condición... No te esfuerces tanto, porque si no estás satisfecho y no esperas ser feliz, yo te devuelvo tu palabra.

8 Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. 9 Y el Señor le dijo: Porque hoy ha sido hecha salud a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. 10 Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Es demasiado orgulloso para ceder por ese procedimiento. Atacar a un español por las amenazas, es lo mismo que acariciar a un lobo a contrapelo. Si las amenazas no sirven para nada, tengo otra idea. Hago testamento en favor del marqués, le devuelvo sus millones hasta el último céntimo y después me mato. ¡Vaya una idea! ¡Muy bonita! ¿Y qué habrás adelantado con eso? ¡No seas tonta!