United States or Falkland Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


No cabía duda de que era él el pretendiente preferido, y era esto tan evidente que el pobre chico no sabía ni lo que le pasaba, y si le hubiesen obligado a decir lo que sentía, habría confesado que siete meses de desdenes no le habían atormentado tanto como aquellas dos veladas de favor.

Se ve, por los números que preceden, que el Sol ha permanecido en el hemisferio boreal durante 186 días 10h 57m y en el austral sólo durante 178 días 19h 44m, lo cual constituye una diferencia de 7 días 15h 30m en favor de las estaciones estivales del hemisferio norte. Órbita anual de la Tierra.

Durante siglos España ha demostrado su valor, y bien puede ahora, sin recelar que la acusen de pusilánime, llegar al último extremo de la prudencia y de la cordura y pedir apoyo y favor contra un enemigo reconocidamente más fuerte que ella y que trata de abusar de su fuerza.

Hágame usted el favor de hacerme la justicia de creerlo. Usted no es de las que queman lo que han adorado. Olvide usted, se lo ruego, una torpeza involuntaria que deploro sinceramente. Pero lo que no puedo deplorar es la noble confianza que se ha servido usted manifestarme y que realza todavía mi respeto y mi admiración hacia usted.

Pero, ¿á qué hablar más en favor de Lope, cuando lo aclama y ayuda la misma naturaleza, maravillándose el siglo? Todos no nacen para todo. Uno se hace famoso con la prosa, otros con el verso; unos han nacido para lo heróico y otros para los ditirambos, como en las ciencias unos son teólogos, otros filósofos y médicos, otros matemáticos, y no todos descuellan en todo.

Manuel Don Lope estaba encargado de encaminar la insinuación á favor de memorandum trazado por la pluma del hábil intrigante, sin olvidar la amenaza de buscar otro amo, testimonio de la penetración de Villeroy . Sin perjuicio de estas diligencias, cumplía realmente el Sr. Antonio la indicación puesta en la carta á Enrique IV de intentar otra prueba en España, que sería la última.

Da fondo al escandallo, y verás que no hay agua para marear... ¿Qué quiere usted que haga entonces? ¿Quiere usted que le deje marchar tranquilamente para Madrid? ¿Quiere usted que le vaya a despedir, y a desearle feliz viaje, dándole las gracias además por el favor que me ha hecho? ¡No, mala centella que lo parta, no!... Mátalo, si quieres, pero no expongas tu vida.

El canónigo añadió, con tono que yo interpreté como implorante: ¿No me concederá usted el favor, si se lo ruego, de hacerme un poco de compañía? La súplica y el acento me repusieron en mi equilibrio habitual.

Os ayudaré... y en prueba de ello, desconfiad del duque de Uceda y de la condesa de Lemos. Vuestros hijos son vuestros mayores enemigos. Será necesario destruirlos. Obrad con energía. Obraré, pero decidme: ¿qué os ha dado don Francisco de Quevedo que así os ha vuelto en su favor? Nada, no me preguntéis nada.

Yo, señor Fígaro, era impetuoso y naturalmente inconstante; menos servía, pues, para casado, ni nunca pensara en serlo; pero de resultas del bombardeo de Cádiz murió mi madre, que gozando por sus relaciones de familia de algún favor, hubiera adelantado mi carrera. Otro favor que me hicieron las circunstancias.