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Al fin, el hombre práctico, el enemigo de las divagaciones, cumplía su promesa, y el estilo de la carta tornábase conciso, con una sequedad comercial.

La mayoría de los colegiales, hijos de labradores y artesanos, cumplía con estos deberes sin gran esfuerzo, viendo en ello una manera de arribar pronto y sin dificultades al sacerdocio. El estudio les hubiera mortificado más. Para Gil, tal género de vida representaba un trabajo constante, una lucha consigo mismo. Su inteligencia vigorosa apetecía el estudio, su fantasía el movimiento.

Y le hacía un sermoncito sobre este tema, con tanta conviccion y entusiasmo que Basilio llegaba á sentir simpatías por el predicador. El P. Irene prometía ademas procurarle un buen destino, una buena provincia, y hasta le hizo entrever la posibilidad de hacerle nombrar catedrático. Basilio, sin dejarse llevar de las ilusiones, hacía de creer y cumplía con lo que le decía la conciencia.

Sentíase satisfecho de la situación el señor Cuadros, y las ávidas miradas fijas en el palco parecíanle un homenaje a él. No se podía pedir mayor felicidad. Cumplía con la conciencia y con el placer.

Cumplía los deberes de mi cargo como un autómata. Mis pensamientos estaban en Lúzaro. Solía encerrarme en mi camarote, teniendo su retrato delante de los ojos. ¡Qué largos me parecían estos días de navegación! ¡Qué horrible este cielo azul de los trópicos!

Verdad es que la casa de don Pablo Aquiles quedaba un poco al oeste y lejos, por lo tanto, del centro del bullicio, pero él pensaba lo que era en sus tiempos aquella fiesta: de día, pruebas, palo jabonado, rompe-cabezas en la Plaza de la Victoria, y fuegos artificiales, por la noche. ¿Qué digo en sus tiempos? hasta hace poco se cumplía idéntico programa.

No podía averiguarlo Verónica. Lo importante para ella era el hecho, y el hecho bien a la vista estaba. Otro suceso que fue completa novedad para la colegiala: su hermano tenía achaques también; es decir, nuevos, muchos, demasiados achaques; pero en este infeliz se cumplía rigurosamente la ley común: se le reflejaban claramente en el espíritu los que le desorganizaban y consumían el cuerpo.

Un oficial examinaba desde él la línea enemiga para apreciar la exactitud de los disparos. Mientras sus camaradas estaban debajo de la tierra, ó disimulados por el ramaje, él cumplía su misión desde este punto visible. A corta distancia de la torre se abrió ante sus ojos un pasillo subterráneo. Descendieron por sus entrañas lóbregas, hasta dar con varias habitaciones excavadas en el suelo.

Las alhajas, vestidos de señora, encajes y mantones de Manila que pasaban a ser suyos, tras largo cautiverio, vendíalos por conducto de una corredora llamada Mauricia la Dura. Esta iba a la casa con frecuencia en otros tiempos; pero ya apenas corría, y doña Lupe la echaba muy de menos, porque aunque era muy alborotada y disoluta, cumplía siempre bien.

Lentamente y a su manera el demonio cumplía su obra. El frío, y la fatiga le iban en ayuda. Muy luego Molly sólo sintió un deseo supremo e irresistible que le veló por completo el porvenir: el deseo imperioso de extenderse en el suelo y dormir.