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Menos el novelista, que guardaba huraña actitud, el curso íntegro, divertido por la situación, imitó en masa al payaso, convirtiéndose en un cortejo de plañideras. De cuando en cuando, alguno retorcía el pañuelo, como si estuviese empapado en lágrimas, para exprimirlo a la usanza de las lavanderas al tender la ropa al sol...

La poesía verdadera es la sintesis, la suprema revelacion de la verdad; pero los pueblos que se hallan en la situacion de España, necesitan de espíritus vigorosamente analíticos que escudriñen, revelen y hagan palpar las debilidades de la sociedad. La juventud española tiene bellas cualidades: patriotismo, fe, entusiasmo y ambicion varonil.

No era don Jorge hombre a quien le preocupasen las cuestiones de sentimiento y aún menos de las de conveniencia social, pero instintivamente comprendió las dificultades de la situación.

El príncipe asintió. Era como esos enormes trasatlánticos que, al naufragar, hacen la fortuna con sus despojos de todo un pueblo de miserables instalado en la orilla. Pero esta relatividad de la suerte no evitaba que su ruina fuese cierta. Por lo que diré después, necesito no ocultar mi situación. Hace unas semanas he vendido en París el palacio que construyó mi madre.

Felicitamos al general O'Donnell, presidente de esta situación liberal, al señor Negrete, que en algún rato lúcido ha dado cima a obra tan colosal, y a los demócratas protectores de este Gobierno», hubo exclamado agitando el periódico en las manos: ¡Qué intención! ¡Caracoles! ¡¡Qué intención!! Este afán, mejor dicho, esta pasión por la prensa, no era platónico como ya hemos advertido.

Por eso Josefina no podía explicarse la actitud de Félix Aldea, aquel empeño en mostrarse enamorado junto al recelo para confesarla su amor. Lázaro apreció rápidamente la situación: Josefina era buena, y el galanteo de que Félix la hacía objeto servía para alejar sospechas.

Cuando, a fuerza de reflexionar sobre su situación, se dio cuenta de aquella castidad, experimentó una sensación rarísima, mezcla de terror y vergüenza: lo primero, porque le espeluznaba la perspectiva de que una mujer le absorbiese y tiranizara el pensamiento; lo segundo, porque para un hombre como él era ridícula semejante continencia.

Primero ingresó en una de las oficinas de la Dirección de Infantería, con permiso para dormir en su casa, y a las pocas semanas, como era bachiller, previo cierto examen que exigía la legislación vigente, fue ascendido a alférez y destinado a prestar servicio en el mismo centro militar. Con esto y los cinco mil reales, la situación de la familia mejoró bastante.

Delaberge se aproximaba suavemente al hijo de Miguelina... Deseaba sentir el roce de su persona, esperando que este contacto había de recalentar un poco su corazón; después le dijo con voz en que vibraba no se sabía qué de paternal: Cuando esté en Rosalinda, acuérdese de que los tímidos no triunfan jamás y pues ama usted a la señora Liénard, no tema abrirle francamente el corazón... No se detenga a la mitad del camino... Por otra parte, ¿quién ni qué podría hacerle dudar?... Es usted digno de ella por la educación, por el espíritu y por el carácter... Y en el caso de que, para antes de casarse, desease haberse hecho una situación que satisficiese su amor propio haciendo valer su personalidad, escríbame... Yo puedo procurarle un puesto honroso en alguno de los servicios que dependen del ministerio de Agricultura... Ya ve cómo era usted muy injusto conmigo al considerarme como un obstáculo para sus más caros deseos; por el contrario, yo no pido sino encontrar los medios para apresurar su realización...

Aquella cabeza hablaba de intrigas é imposturas sacerdotales y aunque se referían á otra época y otras creencias, molestaban con todo á los frailes allí presentes, acaso porque vieran en el fondo alguna analogía con la actual situacion. El P. Salví, presa de temblor convulsivo, agitaba los labios y seguía con ojos desencajados la mirada de la cabeza como si le fascinase.