United States or Panama ? Vote for the TOP Country of the Week !


Déjenos en paz y vaya a hacer la pata a sus argentinas». Y aunque esto de que le llamen a uno adulador es un poco fuerte, al consejo me atengo, ya que a la Argentina voy. Intentó tirar del brazo a Ojeda para atraerlo hacia el grupo. Venga usted conmigo. Las señoras tendrán mucho gusto en oírle.

Los trajes nos dijera Julio Polux, Si fuera necesario, que en España Es de las cosas bárbaras que tiene La comedia presente recibidas, Sacar un turco un cuello de cristiano Y calzas atacadas un romano. Mas ninguno de todos llamar puedo Más bárbaro que yo, pues contra el arte Me atrevo á dar preceptos y me dejo Llevar de la vulgar corriente, á donde Me llamen ignorante Italia y Francia.

Por Dios que no acierto. Si fueras franca, que no lo eres, ni lo serás nunca... ¿Oyes lo que digo? , señora, oigo. Si fueras franca, me dirías que el Sr. de Ponte te llama ángel por lo bien que haces las sopas de ajo, acartonaditas... Y ¿te parece a ti que esto es suficiente motivo para que a una mujer la llamen ángel con todas sus letras?

De cuando en cuando un clamor prolongado y vivo le arrancaba a su suave éxtasis y afectaba dolorosamente su corazón. Era la gritería de la plaza de toros. «¡Dios mío!, ¡es posible! se decía aludiendo a la guerra , que a aquello lo llamen gloria y a esto aludiendo a los toros lo llamen placerCapítulo XIX

Cuando sus jefes necesitaban un hombre de confianza, decían invariablemente: «Que llamen al sargento DesnoyersLo afirmó como si lo hubiese presenciado, como acabase de llegar de la guerra; y doña Luisa temblaba, derramando lágrimas de alegría y de miedo al pensar en las glorias y peligros de su hijo. Aquel Argensola tenía el don de conmoverla, por la vehemencia con que relataba las cosas.

Era un amigo: la portera se había descuidado. Otro campanillazo, dos más, el último a la desesperada, mucho más fuerte... y el inoportuno bajó lentamente la escalera como quien da tiempo a que abran y le llamen. Las tres menos diez. Hasta las flores, mal puestas en los búcaros, caídas y doblados los tallos, parecían cansadas de esperar. Silencio completo.

Se presentó la Dolores. ¿Por qué no ha templado usted el vino como se lo ha encargado Inocencio? Dispense la señora, pero en aquel momento estaba poniendo las flores en la mesa y se lo encargué a Manuel que pasaba por aquí. Pensé que lo había hecho. Llamen a Manuel. No llames ya a nadie manifestó Reynoso . Nada sacarás en limpio.

Con este sistema de cautela y recato, les iba tan bien que D. Evaristo no cesaba de congratularse. «¿Ves, chulita, cómo de este modo estamos en el Paraíso? Así se consiguen dos cosas, la tranquilidad dentro, el decoro fuera. ¿Qué necesidad tengo yo de que me llamen viejo verde? Y , ¿por qué has de andar en lenguas de la gente? Aquí tienes lo que yo te quería enseñar, ser persona práctica.

Hice esfuerzos sobrehumanos para olvidarte prosiguió con la misma voz temblorosa, apagada por la emoción, pero fueron inútiles... Estás metida a hierro y a fuego dentro de mi pecho... Has sido mi primero, mi único amor en este mundo... Me has hecho mucho daño, ¡mucho! pero aunque me hicieses mil veces más, no se borrarán de mi alma los momentos de dicha embriagadora que te debo... ¡Te quiero, , te quiero, te adoro!... Aunque me llamen cobarde, indigno, lo repetiré a la faz del mundo entero... ¡Si supieses cuánto he sufrido!

Después solía pasar al gabinete con Mendoza, quien le seguía, embargado por el susto y el respeto. Al poco rato se oía la voz cascada del general dictando alguna orden o «echándole una chilleríacomo se decía en la redacción. ¡Caramba, Mendoza, no me llamen VV. tantas veces ilustre a Serrano! Ya me tienen VV. de ilustración hasta el cogote.