United States or Réunion ? Vote for the TOP Country of the Week !


Un vivo fuego llameaba en el dormitorio del anciano médico. Estaba él todavía en el lecho, y embargado por el sentimiento de bienestar del hombre que ve terminada la labor de su existencia.

Salió. En la meseta amplia de la monumental escalera encontró a Carmencita: estaba apoyada en la maciza reja del ventanal, y miraba al cielo o al campo ensimismada. Al sentir las espuelas de Salvador en la escalera, se volvió hacia él sonriendo, y observándole muy atenta, preguntó: ¿Le mandaste al padrino alguna medicina? Bajaba el mozo embargado de emociones.

Convencido al fin de que había acusado a la condesa sin razón, se sintió embargado por una desesperación profunda; se estremeció de vergüenza al pensar que se había dejado arrastrar por un ciego amor, a hacer una revelación fatal, y que él era el único traidor para con su cómplice. Resolvió más firmemente que nunca el no confesar que había confiado la prueba del crimen a Marta.

Dentro estaba la cinta del justillo de Demetria, una cinta encarnada con sus herretes dorados en los cabos. Este es el grande y tierno testimonio que las nobles doncellas asturianas suelen dar de su amor. Nolo, embargado de emoción, durmió con él debajo de la almohada y en la primera romería llevó la preciada cinta colgada de los botones de su chaleco. Jacinto no era tan afortunado en sus amores.

Las primeras páginas no tenían fecha, pero se referían evidentemente a la adolescencia de la Condesa. Comenzaban con las impresiones de la niña al salir del colegio, con las manifestaciones del júbilo que la había embargado al volver a ver su casa, al encontrarse de nuevo con su padre.

No existía tal plaza vacante en la secretaría, pero Rivera la inventó proponiéndose pagarle con una parte de su sueldo. Además le obligó a quedarse en su casa. Nada le estorbaría: al contrario, en la soledad en que vivía le estaba haciendo falta un amigo con quien comunicar sus pensamientos. Mario, embargado por la emoción, le apretó la mano llorando de gratitud.

Cada vez más embargado por la emoción, Miguel dejó que su alma se desbordase; la expresó con lenguaje vivo y apasionado cuánto la amaba y lo feliz que algún día sería uniéndose a ella; la prometió no olvidarla ni un solo instante, escribirla a menudo y venir a verla en cuanto le fuese posible. La niña se llevó la mano a la frente y dijo con voz alterada: Se me está partiendo la cabeza de dolor...

Después juntó las manos y me dijo en voz baja y suplicante: »Dame tiempo, Roberto; he presumido demasiado de mis fuerzas; es necesario que me acostumbre a esta idea. »Pero me sentía tan embargado por mi reciente dicha, por una alegría tan loca, que creía poder obligarla por fuerza a ser ella también dichosa.

El joven la estrechó fuertemente contra su pecho sin contestar, porque la emoción le tenía embargado. Cuando estuvo un poco más sereno, le preguntó con voz débil: ¿Me quieres? Con toda mi alma. ¿No fue más que un instante de mal humor? Nada más. ¡Oh, qué rato tan amargo me has hecho pasar! Por todo el oro del mundo no lo pasaría otra vez. ¿No quedas bien pagado, di? , hermosa. Suelta.

Después de vacilar mucho, ardiendo en deseos de oírnos pregonados por las calles, nos decidimos a darlo de balde, «aunque sólo por una vezlos chicos, tomando los puñados de ejemplares que yo les repartía embargado de emoción, se echaron a correr gritando: «El primer número de La Abeja, periódico científico y literario, a dos cuartos».