United States or Mauritania ? Vote for the TOP Country of the Week !


Paso á reflexionar que, sin embargo de no poder entrar en el puerto del Rio Negro sino embarcaciones de pequeño porte, con todo no debemos abandonarlo, porque de las márgenes de su rio é islas, se pueden extraer leñas para el abasto de la armazon que se pretende establecer en el de San José, por ser el lugar mas vecino de este; se pueden en dicho rio hacer las aguadas para los buques que la necesiten, siendo para este y otros fines indispensable conservar aquel presidio, para que cubra y defienda de los indios estos trabajos, y para procurar de atraer estos bárbaros al comercio de ganados y caballos, que pueden pasar de allí, como han pasado por tierra 100 caballos y 80 reses vacunas el año de 1783, tiempo en que dicho Salazar pasó desde San José al establecimiento del Rio Negro: y segun la extension de aquella península y sus abundantes pastos, se podrá aumentar el ganado, de suerte que pueda ministrar carnes á todas las poblaciones que se establecen en la costa Patagónica; pues si los ingleses pretendian tener habilidad para extraer por medio de los indios el oro de Chile, y comerciar con ellos, ¿porqué no la tendremos nosotros para extraer de los indios Pampas ganado y caballos?

Lo curioso es que los tres conductores del loco inofensivo llevaban tambien á su cargo otro furioso, á quien habian encerrado en una pieza de la estacion miéntras llegaba el momento de entrar al tren. Este segundo hablaba nada menos que de serios proyectos de asesinar al Anticristo, y mostraba los puños como un endemoniado, lanzando miradas lenas de cólera sombría.

Un radical de entonces, que luego se hizo, como es costumbre, hombre conservador y de orden, la compró por un pedazo de pan; y tras servir sucesivamente como depósito de leñas, mesón de arrieros, colegio de niños, café cantante y club revolucionario, vino a albergar una sociedad de baile en la planta baja, una oficina en el principal, y no cuántas habitaciones de pago dominguero en el interior de ambos pisos.

Es por allí que descienden á Paris las pesadas barcas de remo, ó tiradas por caballos, repletas de pipas de vino de Borgoña, de trigos y leñas, maderas de construcción y carbon, procedentes de las vastas florestas que en esas llanuras se conservan con el mayor esmero.

La falta de leñas es otro obstáculo que se propone para su permanencia, pero no se niega que hay bastantes de pequeños y delgados arbustos.

La reina, allá en España, dicen que era buena, y mandó a un gobernador que sacase a los indios de la esclavitud; pero los encomenderos le dieron al gobernador buen vino, y muchos regalos, y su porción en las ganancias, y fueron más que nunca los muertos, las manos cortadas, los siervos de las encomiendas, los que se echaban de cabeza al fondo de las minas. «Yo, he visto traer a centenares maniatadas a estas amables criaturas, y darles muerte a todas juntas, como a las ovejasFue a Cuba de cura con Diego Velázquez, y volvió de puro horror, porque antes que para hacer casas, derribaban los árboles para ponerlos de leñas a las quemazones de los taínos.

Había yo rematado un lote de leñas y otro de hierbas en Riofrío; y como ocurrieran informalidades graves en la adjudicación, tuve ciertos dimes y diretes con un administradorcillo de la Casa Real, de donde me vino el peligro de un pleito. Ya empezaba a sentir las pesadas caricias del procurador, cuando resolví matar la cuestión en su origen.

Mayor inconveniente tienen las embarcaciones extrangeras que vienen de tan lejos á estos mares, y benefician las ballenas y la esperma sobre sus cubiertas; para lo que necesariamente deben conducir leñas, y este embarazo no los priva de continuar en este trabajo todos los años, en la estacion propia.

Salían de un sitio muy brillante; entonces, el pequeño ser siguió sobre sus piernecitas y avanzó titubeando por la nieve, arrastrando tras de el chal en que había estado envuelto, mientras que su sombrero abollado caía a su espalda; así avanzó titubeando hacia la puerta abierta de la choza de Silas Marner, dirigiéndose derecho, al hogar caliente, en el que había un fuego vivo de leñas y astillas.

Los de España sus aceros con ambas manos aferran, y a su filo no resisten las enemigas rodelas, y divide el mismo golpe hasta el pecho las cabezas, y parece, al descargarle, que surge de una caverna el ronco aliento, imitando esa saña, ese ardor, esa respiración del labriego, ruidosa, cuando maneja el hacha y gigante tronco desmenuza en leves leñas; y para espantar las almas abren tan cumplidas puertas que al salir, aún las más grandes se sienten harto pequeñas: todo fuego, todo llamas, lumbre todo en la contienda; las rojas chispas que al choque de los hierros centellean, los rayos de las pupilas, el ardor de la ira ciega, el resuello incandescente, el mar de sangre que humea...!