United States or Nepal ? Vote for the TOP Country of the Week !


Todos podían extraer del agua los residuos de unos metales disueltos en fragmentos tan imponderablemente pequeños, que ningún procedimiento químico alcanzaba á captarlos. Los carbonatos de cal arrastrados por los ríos ó arrancados á las costas servían á innumerables especies para la construcción de sus caparazones, esqueletos, conchas y caracolas.

Tampoco podia acudirse á las cajas reales, porque lo resistian sus oficiales, alegando no serles facultativo extraer cantidad alguna, sin órden espresa de la superioridad; y por último recurso, se pensó en que los vecinos contribuyesen con algun donativo, que tampoco tuvo efecto, por la suma pobreza en que se hallaban.

Aquella señora tenía una habilidad de juez para extraer las palabras. En la noche, á la hora de la cena, la madre apenas abrió la boca. Sus dedos comunicaron un temblor nervioso á los platos y los tenedores. Miraba á su hijo con trágica conmiseración, como si presintiese enormes desgracias que iban á desplomarse sobre su cabeza.

Es verdad, Capitán contestó el piloto. Ayudado por el chino, hizo un montón de ramas secas y encendió un alegre fuego. Cuando estuvo casi hecho brasas, decapitó una de las tortugas de una cuchillada, y sin extraer la carne de la concha la puso al fuego. Bien pronto se esparció por la selva un olor apetitoso. La tortuga se cocinaba en su concha asándose en su propia grasa.

El rápido encumbramiento se explicaría aunque no se justificase por las condiciones de hormiga de nuestro Becerro, hombre capaz de extraer un billete de Banco de un guardacantón.

Usted, dulce y querido poeta, nos mueve á sonreír con lo mismo que le hizo sangrar, y tiene usted el arte amable y doloroso de extraer de sus propios sufrimientos un placer para nosotros...» A los treinta y dos años Alberto Glatigny regresó al lado de su familia, pero ya la enfermedad de riñones que había de matarle le tenía cogido.

Lo que Vérod había dicho se confirmaba: la idea de hacer bien al alma enferma de Zakunine aparecía dominante en el pensamiento de la Condesa: con su suavidad y dulzura, por ley de atracción entre contrarios, debía sujetar la fuerza impetuosa, la fogosidad indomable del rebelde, como se recogen las riquezas brutas de las cuales se puede extraer un valor puro.

Al llegar la hora de retirarse y hacer la cuenta, Martinán decía sin vacilar: «Manuel tiene diez y siete; el tío Goro trece; Pepón treinta y cuatro, etc.» ¡Maravilloso cerebro que aun elevándose á las más altas esferas de la filosofía no abandonaba la inspiración matemática! En este momento se debatía la cuestión de las minas y del ferrocarril proyectado para extraer sus productos.

Cuando la criatura despertaba de su sopor, levantando trabajosamente la cabeza sobre el cuello delgado como un hilo, la madre, para ahogar sus gemidos débiles, lo aproximaba al pecho; pero el pequeño retiraba la boca adivinando la inutilidad de sus esfuerzos en aquel colgajo de carne del que sólo lograba extraer una triste gota.

Como llevas una existencia de hombre primitivo, ignoras felizmente lo que cuesta vivir de este modo... He tenido que trabajar mucho para no irme á fondo, ¡y aún así!... Mi pobre madre me ayuda con lo poco que puede extraer de las ruinas de nuestra familia. Pero Torrebianca pareció arrepentirse del tono quejumbroso con que hablaba.