United States or Qatar ? Vote for the TOP Country of the Week !


En esa sierra coronada de nieves eternas no he visto mas que el sepulcro de un rey moro; en ese valle cubierto de flores, olas de garzotas y penachos flotando sobre relucientes armaduras; en esos rios que se deslizan mansamente bajo la sombra de los álamos, aguas destinadas á bañar las adelfas y cipreses que embellecen la tumba de los héroes muertos en ese vasto campo de batalla; en esos montes apartados, circuidos de precipicios, tiendas de reyes que vinieron á estender sus pendones de guerra sobre los muros de esta fortaleza; en esa ciudad que está aqui, á la estremidad del valle, reclinada sobre colinas pintorescas, una reina de torneo dispuesta á ceñir las sienes del vencedor con la corona de sus palacios y baluartes.

Lo amueblan dos sillones, una mecedora, seis sillas, un velador, una mesa y una consola. Los sillones son de tapicería a grandes ramos de adelfas blancas y rojas sobre fondo gris. La mecedora es de madera curvada. Las sillas son ligeras, frágiles, con el asiento de rejilla, con la armadura negra y pulimentada, con el respaldo en arco trilobulado.

Pensó por última vez en su madre, amante de su prestigio y temerosa de las murmuraciones de los enemigos; en aquellos demagogos que por la mañana se asomaban a la puerta de los cafés burlándose de la manifestación; pero todos sus escrúpulos se desvanecieron al ver la cerca de altas adelfas y punzantes espinos, las dos pilastras azules en que se apoyaba la puerta de verdes barrotes, y empujando esta entró en el huerto.

A largas distancias, como escondiéndose en las desigualdades del campo, se alzan cortijos y granjas, cercadas por tapias de cascote; el viento mueve blandamente la alta copa de alguna palmera que parece centinela avanzado de otros climas, y en el oscuro centro de los bosquecillos de adelfas y granados entonan los ruiseñores sus cantos de amor y sus gorjeos de alegría.

Aquella noche, mientras tomaban café en el terrado adornado de naranjos y adelfas y Blanca descifraba en el piano un nocturno de Chopin, estaban discutiendo la cuestión de una nueva institutriz y la de Candore se quejaba vivamente de la dificultad de hallar una reemplazante para miss Dodson.

-Y ¡cómo si queda lo amargo! -respondió la condesa-, y tan amargo que en su comparación son dulces las tueras y sabrosas las adelfas. «Muerta, pues, la reina, y no desmayada, la enterramos; y, apenas la cubrimos con la tierra y apenas le dimos el último vale, cuando, quis talia fando temperet a lachrymis?,

EVARISTA. Y ahora, el que bien podremos llamar fundador, todos los días, sin faltar uno, visita la santa casa y el cementerio humilde y poético donde reposan las Hermanas difuntas... EVARISTA. Lo ... Y ronda el patio florido, a la sombra de cipreses y adelfas... PANTOJA. Es verdad. ¿Y cómo sabe...?

La ordenada turba de monagos, clérigos, cofrades, archicofrades y penitentes seguía desfilando. La gorda y su hermano se hacían lenguas cada vez que pasaba un estandarte, una cruz. El codo de Lázaro tocaba el codo de la devota, y ésta tenía cruzadas las manos, y la cabeza inclinada á un lado, porque sin duda le halagaba el suave roce de las adelfas.

La Bohemia Nocturna lleva una corona de estrellas sobre el cabello negro, negro como el ala del cuervo que canta «¡Nunca más!», en el poema del Dolor de las almas. Sus manos son de marfil transparente, como los dedos de niebla de las Parcas, y toda ella tiene un perfume vago de azahar y de adelfas y de incienso. El Amor, el Dolor y el Misterio.

Algunos alerces y gran abundancia de mimbrones daban sombra a aquel lugar y lo hermoseaban frondosas adelfas, cubiertas de sus flores rojas, y no pocos espinos, escaramujos y rosales silvestres, llenos de blancas y encarnadas mosquetas.