United States or Svalbard and Jan Mayen ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para mayor desgracia estaban las niñas del marqués, Lola y Mercedes. ¡Las veces que su tía se sofocó de indignación, sorprendiéndolas por la noche en una reja baja de su hotel, hablando con los novios, que se renovaban casi semanalmente!

En Granada fue cantonal cuando la revolución, y echó de su altar a la Santísima Virgen aquí el señor Vicente se quitó el sombrero e hizo una reverencia . Pues bien; le tengo hecho un corderito, y hace un mes se inscribió en la Hermandad del Sacramento de su parroquia. Es mi mejor conquista. ¿Y esos ojos cómo van? preguntó Isidro. ¡Cómo quiere usted que vayan! Mal, muy mal. Me sofoco demasiado.

A Julián todavía le duraba el sofoco, la llamarada de indignación; pero ya le pesaba, de su corta paciencia, y resolvía ser más sufrido en lo venidero. Aunque bien mirado.... ¿Quiere escotar un sueño? preguntó el de Naya al verle tan cabizbajo y mustio.

¿Se habría equivocado? ¿Sería Juan, u otro cualquiera que se le pareciese en el modo de toser? Si fuese él, ¡qué dulcísimo miedo! Si no, ¡qué tranquilidad... y qué desilusión! Era en verano, y el cuarto había permanecido todo el día cerrado; así que entre su propio sofoco y el calor de la habitación, Cristeta no respiraba a gusto. Sin mover ruido fue al balcón y lo abrió. ¡Qué hermosa noche!

Te repito que ayer no se sofocó mamá con nadie; no riñó á ninguna criada; estuvo apacible y silenciosa. Clara, si bien era una criatura de singular despejo, se forjaba la extraña ilusión de que una buena madre de familia tenía forzosamente que rabiar, y así no decía nada de lo dicho para censurar á su madre, sino candorosamente.

Pero, una presencia misteriosa dentro de su alma sofocó al nacer ese primer movimiento de ternura, haciéndole considerar que aquel humo sombrío de la hornaza era su abominable pecado, su lascivia, su deshonra, levantándose en partículas muertas para desvanecerse, para desaparecer del todo y por siempre en la inmensidad y en los vientos.

Pedí al ama que me hiciese una taza de tila... En cuanto quedamos solos, sin mediar palabra alguna se arrojó sobre , cubriéndome la cara de besos, apretándome con tal fuerza que pensé morir... Aturdida y horrorizada, lancé algunos gritos, pero él los sofocó poniéndome la mano en la boca... Luché con desesperación, y Dios me dio fuerzas para desprenderme de sus brazos y saltar de la cama... Pero apenas había puesto los pies en el suelo, me encontré otra vez sujeta y con la boca tapada... Forcejeamos un rato, pero aquella lucha no podía durar mucho tiempo... Al fin, perdí el sentido...

A pesar de su mal humor por la aventura en la Universidad y por las persecuciones que le podían hacer sufrir estos pigmeos, de los que era esclavo, Gillespie no pudo contener una carcajada. Después sofocó su risa para excusarse cortésmente: No crea, profesor, que me río de usted. Le estoy muy agradecido para atreverme á tal insolencia.

Se arrojó sobre él como un tigre; le derribó, le sofocó y le tapó la boca con un pañuelo, al que hizo un nudo, que introdujo en la boca de la víctima. Esta manera de enmudecer, que se conserva aún hoy y se usa por los ladrones, se llama la tragantona. Hasta el crimen tiene sus tradiciones.

Nos sentamos en un sofá al concluir la pieza que habíamos bailado, y como yo tratara de guardar cierta distancia respetuosa, dejándose caer sobre el respaldo del asiento, e inclinando la cabeza graciosamente, me dijo: ¿Por qué tan lejos? Acérquese usted más... tome mi abanico, deme aire, me sofoco...