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Ponía él todo suesmero en agradar a D. Diego, cosa fácil de conseguir, y siempre fijo al lado de éste, cautivó prontamente el ánimo del buen chico, ya contándole hazañas y extraordinarios hechos, ya sugiriéndole con su fértil imaginación ideas y conceptos propios para enloquecer a un joven de chispa, pero muy atrasado en su desarrollo intelectual.

El excelentísimo señor de Ballester queda encargado de la ejecución del presente decreto. xii Por la tarde llegó doña Lupe muy alarmada buscando a Maximiliano, a quien suponía allí. No pasó de la sala, ni quiso ver a Fortunata, de quien dijo que la compadecía, pero que no podía tener ninguna clase de relaciones con ella. En la sala cuchicheó la ministra con Segismundo contándole lo ocurrido.

Le había acompañado en un viaje y por cierto que Simoun se había mostrado muy amable con él contándole la vida que se lleva en las Universidades de los paises libres: ¡qué diferencia! Plácido le siguió al joyero. ¡Señor Simoun, señor Simoun! dijo. El joyero en aquel momento se disponía á subir en un coche. Así que conoció á Plácido, se detuvo.

He pensado mucho, por el contrario, en todo lo que usted me dijo y he tomado en ello un verdadero interés. ¿Será cierto?... Me alegro mucho, pues ya me sentía avergonzada de no haberle hablado sino de y casi me arrepentía de haber estado contándole tan minuciosamente las quimeras que rebullen en mi loca cabeza. ¿Es que no son en realidad sino quimeras?

Usted que nunca tuvo grandes relaciones de amistad con el bueno de Cupido, le ha escrito con frecuencia contándole tonterías; todo para al final, como posdata importantísima, encargar saludos a la ilustre artista, tranquilizándose al recibir en la respuesta la noticia de que esa ilustre artista aún estaba aquí. ¡Poco que he reído leyendo esas cartitas!

El embajador sacó un bolsico donde tenía unos escudos y, sin abrirlo, se lo dió, por parecerle que sería lo que significaba; no contento con esto deteníase contándole quién era y las ocasiones en que se había hallado de lance en lance.

Deleitaba á Rosalindo contándole sus andanzas en el Japón, su vida de marinero á bordo de la flota turca y sus expediciones siendo niño á la California, en compañía de su padre, cuando la fiebre del oro arrastraba allá á gentes de todos los países. ¡Lo que podía importarle á un hombre de su temple lanzarse por la Puna de Atacama, hasta dar con la tumba de la difunta Correa!... Cosas más difíciles tenía en su historia, y no iba á ser la primera ni la décima vez que atravesase los Andes, pues lo había hecho hasta en pleno invierno, cuando los senderos quedan borrados por la nieve y ni los animales se atreven á salvar la inmensa barrera cubierta de blanco.

Como demostración de ser Racine poeta mucho más sublime que Shakespeare, hace á la primera escena de la tragedia inglesa la siguiente observación: «Horacio, que es hombre de estudio, no debía creer los disparates que dice, ni los que añade Marcelo acerca de los espíritus, las brujas, los encantos y los planetas siniestros; pero todo esto va dedicado al populacho de Londres, á quien Shakespeare quiso agradar contándole patrañas maravillosasEl poeta dramático no ha de adular la ignorancia pública: su obligación es censurar los vicios é ilustrar el entendimiento; dice, además, que Polonio sólo sirve para héroe de un sainete; que la escena del cementerio es tan vulgar, que apenas sería soportable en la poesía más rudimentaria, etc., etc.

Algo había oído ella contar del desmedido afán de aquella señora por tener hijos; pero Mauricia le dijo algo más, contándole también el caso del Pituso, a quien Jacinta quiso recoger creyéndolo hijo de su marido y de la propia Fortunata.

Las únicas palabras que en los ocho meses de clase se cruzaron entre ambos, eran el nombre propio leido en la lista y el adsum diario con que el alumno contestaba. ¡Con qué amargura salía cada vez de la clase y, adivinando el móvil de la conducta que con el se seguía, qué lágrimas no se asomaban á sus ojos y cuántas quejas estallaban y morían dentro de su corazon! ¡Cómo había llorado y sollozado sobre la tumba de su madre contándole sus ocultos dolores, humillaciones y agravios, cuando al acercarse la Navidad, Cpn.