United States or Bolivia ? Vote for the TOP Country of the Week !


La pobre se arrastraba apoyada tiernamente en otro ser que vivía de su vida y no contaba sobrevivirla. Si los votos y las oraciones bastasen á prolongar la vida, aquella joven no hubiese muerto; tenía en su apoyo los de cuantos la conocían, particularmente de los pobres. Empero la primavera llegó y con ella el fin de sus días.

En resumen, amigo Luna: esto está muerto... pero bien muerto. Aún no hemos desaparecido; nos ven, pero es de cuerpo presente. Las lamentaciones del maestro de capilla no sorprendieron a Gabriel. Todos en la catedral se quejaban de la vida mísera y sórdida que arrastraba el culto.

Cassoulet era, en la noche, la providencia de los míseros desterrados de un mundo superior, era la ensenada que recogía la resaca social que en su continuo vaivén arrastraba hacia playas desconocidas el oleaje incesante.

Podía disponer de una hora antes de volverse a París. Me llevó al bosque, devastado por el viento de la noche; el agua corría aún por los senderos anegados y arrastraba las últimas hojas del año. Caminamos así largo rato antes de que yo pudiera recoger la sombra de una idea lúcida entre las determinaciones urgentes que me habían conducido a casa de Agustín.

Si estuviera aquí mucho tiempo, acabaríamos por reñir y pegarnos. En el fondo odio a los hombres; he sido siempre su más terrible enemiga. Oyeron a sus espaldas el roce de la bata que arrastraba Cupido con grotescos contoneos: se aproximaba al balcón con doña Pepita para contemplar el amanecer.

Sus escenas variadas y llenas de vida y su poético colorido lo arrastraba de tal suerte, que sólo mereció el nombre de drama un conjunto romántico y vario, una serie de situaciones sorprendentes, y hasta en el drama histórico, como si fuese una poesía épica, se consintió tanta prolijidad y tan larga serie de minuciosos cuadros.

Porque á pesar de que la Dorotea le había fascinado, y empeñádole como una dificultad, la Dorotea sólo llenaba el deseo del joven, mientras doña Clara interesaba sus sentidos, su razón, su corazón, su vida; en una palabra, su cuerpo y su alma. Don Juan sufría de una manera intensa; se encontraba entre dos mujeres: á la una le arrastraba todo, á la otra su deseo y su caridad.

Y sin embargo, continuaban retrocediendo, obedientes á una orden terminante y severa. «No comprendemos... decían . No comprendemosLa marea ordenada y metódica arrastraba á estos hombres que deseaban batirse y tenían que retirarse.

Era un ángel de fuego que me precedía, me llevaba, me arrastraba, no sabía a donde. Ahora ya lo . Ese ángel divino me ha traído a una casa de locos. Volví a su lado perfectamente tranquilo. Es decir fingiendo de una manera perfecta una perfecta tranquilidad. Ella estaba sentada en un sillón junto a la chimenea y arreglaba tranquilamente el fuego.

Una vez, entre los restos que el río arrastraba, creyó ver algo informe y lívido que las ondas empujaban contra los arrecifes y que desaparecía para volver a aparecer hasta que fue abandonado sobre un banco de arena. Impulsado por una vaga pero invencible curiosidad, descendió del claustro, atravesó la iglesia, y cuando hubo llegado al pie de sus muros, reconoció el objeto que le había atraído.