United States or Tonga ? Vote for the TOP Country of the Week !


Este viejo es uno de esos personajes. Otros podrán no ser simpáticos, pero éste lo es. Esta es la causa de que haya enternecido a todos contando sus andanzas. Y he aquí que Pepita le saca una taza de caldo, y Sarrió va a buscar una botella de buen vino, y Lola y Carmen aprestan otras cosas para que coma.

El mayor favor que podéis hacerme es no volver a acordaros de , y no empeñaros en averiguar ni adónde voy, ni cuáles serán en lo futuro mis propósitos y las andanzas de mi vida.

Y al despedirse, mientras Azorín estrechaba la mano de Pepita, esta mano tan blanca, tan carnosita, tan suave, con sus hoyuelos, con sus uñas combadas, Pepita ha dicho: ¿Me escribirá usted, Azorín? Y Azorín ha contestado que , que que le escribirá a Pepita una carta muy larga desde París, contándole las andanzas de su cuerpo y las terribles perplejidades de su espíritu.

Volvimos del Perú con la momia de un inca, que paseamos por casi todos los museos de Europa, sin encontrar quien la comprase. Un mal negocio. Guardábamos al inca en nuestro cuarto del hotel, y... Ferragut no se interesó con las andanzas del pobre monarca indio arrancado al reposo de su tumba... ¡Uno más! Cada confidencia de Freya sacaba un nuevo antecesor de las tinieblas de su pasado.

Así es que nada se sabía nunca á ciencia cierta en el lugar de las andanzas y aventuras del ilustre marino. Quien más supo de ello en su tiempo fué el cura Fernández, que, según queda dicho, trató á don Fadrique y tuvo alguna amistad con él.

Dicho esto, lanzose sobre su adversario, atacándole en tercia o en cuarta, pues no entiendo una palabra de estas andanzas, ni él, ni su adversario, ni los testigos tampoco. Pero una oleada de sangre brotó de la punta del sable, unas gafas rodaron por el suelo, y el notario sintió aligerada su cabeza del peso de su nariz.

466 Debe el hombre ser valiente si ha rodar se determina, primero, cuando camina; segundo, cuando descansa; pues en aquellas andanzas perece el que se acoquina. 467 Cuando es manso el ternerito en cualquier vaca se priende; el que es gaucho esto lo entiende y ha de entender si le digo que andábamos con mi amigo como pan que no se vende.

De todos modos, Fantomas era un tipo interesante. Tenía ojos de gato y dientes agudos de animal de presa. Era en aquellos días en que las autoridades le vigilaban celosamente los periodistas hemos fabricado el tópico de que los policías son muy celosos . ¡Le habían hallado una calavera y un pijama negro! Esto indicaba que se trataba de un apache peligroso, de un terrible souris de hotel. Fantomas se pavoneaba en la apoteosis de su gloria y fumaba cigarrillos turcos como una cocota. Realmente tenía un alma enferma de cocota en un cuerpo delirante de histerismo. Era un hombre marioneta, producto patológico de la vida artificial que empieza en una cena montmartresa del Palace y termina con una borrachera de éter en un burdel elegante. Valses vieneses, rameras viejas, pintadas y bien vestidas; artificio, morfina, pases de bacarrat... Todo esto formaba la careta de Fantomas la veladura de su fisonomía espiritual. En el fondo, yo creo que se trataba de un buen chico que tenía unos furiosos deseos de epatar y cogió un mal camino: el del hotel de la Moncloa. Pero él hubiera llegado a la escalerilla del patíbulo con tal de que la gente le creyese un hombre terrible. Era un enamorado de lo extraordinario, de lo singular, un sugestionado por los libros de andanzas policíacas. Aquí no se conoce bien su tipo modelo.

Introducíanse cautelosamente en los trenes y se ocultaban bajo los asientos; pero el hambre y otras necesidades les obligaban a denunciar su presencia a los viajeros, que acababan por compadecerse de estas andanzas, riendo de sus raras figuras, de sus coletas y capotes, socorriéndolos con los restos de sus meriendas.

Algunos, en sus correrías, hasta tropiezan con la Fortuna, y son sus amigos por corto tiempo. Todos, finalmente, terminan sus días en la miseria. Pero no divaguemos. Quiero decir que, después de mis andanzas por la América del Sur y la América del Centro, di fondo en Méjico, hace poco más de diez años. ¡Hermoso y simpático país! En ninguna parte he vivido mejor.