United States or Bulgaria ? Vote for the TOP Country of the Week !


Fue exacto a la cita, y mientras comenzaba el ensayo, nos paseamos algunos momentos por el teatro. Hablaba en un tono grave, y sin embargo, amable y espiritual; pero notábase fácilmente que se esforzaba en sostener la conversación, y que alguna otra idea le preocupaba. Nuestras más lindas cantantes y bailarinas iban llegando sucesivamente.

Escuché como en sueños cuanto decían, pero aquella dulce voz «¡Rodolfo! ¡Rodolfo! ¡Rodolforesonaba todavía en mis oídos, como un grito de amor y desesperación. Comprendieron por fin que mi pensamiento estaba lejos de allí y nos paseamos en silencio, hasta que Federico tocó mi brazo y vi a gran distancia el azulado humo de la locomotora. Entonces les tendí las manos.

Salimos, después de haber oído un enojoso sermón, que ellos celebraron como obra maestra; paseamos de nuevo; continuó la charla más vivamente, porque se nos unieron unas damas vestidas por el mismo estilo, y entre todos se armó tan ruidosa algazara de galanterías, frases y sutilezas, mezcladas con algún verso insulso, que no puedo recordarlas.

Las damas que cruzan arrellanadas en su landau hacia el Retiro, podrán volver desdeñosamente la cabeza y no verlos; los jóvenes, que apetecen la gloria inmarcesible de vivir y morir perteneciendo al Veloz, pasarán velozmente con la cabeza erguida, el sombrero ladeado y el bastón a guisa de lanza, dando miradas amorosas a todos los carruajes y ansiando descubrir su cabeza venerable ante alguna duquesa ajamonada, sin fijar la atención en ellos; pero no es menos cierto que allí están para honra y gloria de Dios y regocijo de los villanos y pecheros que en tales lugares paseamos.

El joven doctor tragó saliva lastimosamente, pero Blanca, reaccionando con generosidad en su favor, le dijo: Pasearemos esta mazurka, y señaló la pieza perdida en el epílogo del programa que comenzaba. Seguimos con Blanca; paseamos la pausa y atravesamos el gran salón, en dirección al salón punzó de la calle Victoria.

Ella, sin duda, prevenida o amonestada por la madre, o por ventura obedeciendo al sentimiento de coquetería que reside en toda naturaleza femenina, mucho más si esta naturaleza es andaluza, no quiso ceder a aquella tácita insinuación mía. No se apartó un canto de duro de sus compañeras mientras paseamos. Y fue en vano que las llevase al parque, pues sucedió lo mismo.

Esas visitas duran una semana, que Federico y yo pasamos siempre juntos y durante las cuales me refiere todo lo que ocurre en Estrelsau; por las noches, mientras paseamos fumando, hablamos de Sarto, del Rey y con frecuencia de Ruperto Henzar; y ya tarde, a lo último, hablamos también de Flavia.

Mientras llegaba el tren, paseamos y departimos alegremente, riendo bastante con las ocurrencias de Pepita. Cuando el cuerno del guardagujas anunció la llegada, nos abalanzamos presurosos al borde del andén, y tuvimos el gusto de ver a la ventanilla de un coche a la condesita, que nos saludó con el pañuelo, muy regocijada y agradecida.

Es la una de la tarde; el brigadier Rotalde, otro amigo y yo, paseamos nuestros ávidos ojos por una gran sala del Louvre, denominada el salon de los Estados. La gran sala del palacio de Versalles, y la que ahora examinamos, son las dos piezas más espaciosas y magníficas que he visto. Tiene próximamente dos pisos de altura, sobre ochenta pasos de longitud, y veintiocho ó treinta de latitud.

¡Digno señor! exclamó el médico que se había adelantado hasta el pie del tablado, piadoso Sr. Dimmesdale, ¿sóis realmente vos? , , seguramente que . ¡Vaya! ¡Vaya! Nosotros, hombres de estudio, que tenemos la cabeza metida en nuestros libros, necesitamos que se nos vigile. Soñamos despiertos, y nos paseamos durmiendo. Venid, buen señor y amigo querido; dejadme que os conduzca á vuestra casa.