United States or Democratic Republic of the Congo ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y añadió designándome a la abuela: ¿Se puede saber lo que pasa en una cabeza de veinte años? Veinticinco, señor cura, veinticinco rectificó la abuela, un poco humillada por la cifra respetable de mis primaveras. Sin embargo, señor cura, todavía se casa la gente objetó la abuela. respondió el cura con bondad, todos los obreros no están en huelga, pero muchos.

Miss Margaret digo con inflexiones cariñosas de voz , haré lo que usted me mande. Pero reconociendo su error, se rectificó, añadiendo: Doctor Popito, salvaremos á Ra-Ra y nos iremos de este país, que va resultando poco agradable. Luego hizo preguntas á la joven para conocer las últimas noticias de la revolución, y, sobre todo, si eran muchas las fuerzas militares que habían quedado en la capital.

Materia... y pesetas rectificó Juanito Reseco con voz aguda, estridente y cargada de una ironía que Orgaz padre no podía comprender. Eso es gritó el orador Palma; y siguió brindando por todas las excelencias naturales que él echaba de menos en su miserable cuerpo de anémico incurable.

¡Pobre mamá! Entonces ella, que lo había adivinado todo, no pronunció más que un nombre: ¿Raúl? No, Jorge rectificó Liette con sonrisa forzada. La de Raynal hizo un movimiento de impaciencia. En verdad, hija mía, tienes poca confianza en tu madre dijo en tono de despecho. ¿Quieres esperar a que esté muerta? ¡Oh! mamá... ¿Crees que no veo claro? ¿Por qué dejarme marchar en la duda? ¡Madre mía!...

Nuestra huida rectificó ella. Nuestra huida, perfectamente. Pero los hilos de nuestras vidas se acaban, se acaban si los seguimos devanando... ¡Y para qué morir tan jóvenes!... Además, antes de morir, yo quiero conocer a Tucker. lo sabes. ¿Estás loco? prorrumpió Nanela. ¿Quién habla de morirse?

Es que en estos pueblos de campo no hay más distracción que ocuparse de lo que hacen los demás... Vázquez rectificó: Y de lo que no hacen... ¡Bonita ocupación! Y añadió, cambiando de tono: Pues sépase usted que Coca tiene un novio, o festejante... ¡Cómo! replicó incrédulo el juez de paz. ¡Si no se ve con nadie en Tandil!

Si se pudiera ver interrumpió la esposa del señor Infanzón. Este fulminó terrible mirada de reprensión conyugal y rectificó diciendo: Luciría más... si no estuviera un poquito ahumado.... Tal vez la cera... el incienso.... No señor; ¡qué ahumado! respondió el sabio, sonriendo de oreja a oreja . Eso que usted cree obra del humo es la pátina; precisamente el encanto de los cuadros antiguos.

Habló cerca de hora y media. Al terminar, lo mismo el tribunal que el público, estaban visiblemente fatigados. Rectificó brevemente el acusador privado algunos errores de hecho. Sostúvolos el defensor, según era su condición, larga y prolijamente. De tal modo, que el fastidio engendrado por su primer discurso se multiplicó notablemente en el segundo.

No los escucho, los oigo respondió la Bonnetable ofendida por la observación de la abuela, lo que no es lo mismo afirmó con un tono de superioridad aplastante... Esos chismes, como usted los llama, enseñan por lo menos a conocer a las personas de que se habla... Como no sirvan precisamente para lo contrario rectificó la abuela descontenta.

¡El Banco a 175...! exclamó D. Baldomero pasándose la mano por la cabeza, y arrojando hacia el suelo una mirada fúnebre. Perdone usted, amigo rectificó Moreno Isla . Está a 172, y si usted quiere comprarme las mías a 170, ahora mismo las largo. No quiero más papel de la querida patria. Mañana me vuelvo a Londres.