United States or Cook Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Que trata de muchos sucesos interesantes, como podrá apreciarlo el curioso lector Inclinó la cabeza para hablar á Popito, que se había asomado á la abertura del bolsillo. Sepa usted, miss dijo , que vamos en busca de Ra-Ra. Dígame dónde lo tienen preso; guíe mis pasos. Le fué indicando la joven las avenidas que debía seguir por las afueras de la ciudad.

Y como su estatura le permitía ver por encima de los tejados, se dirigió hacia el puerto por el camino más corto. Ra-Ra, luego de quedar sumido en el fondo del bolsillo, se asomó á su abertura, braceando entre gritos de desesperación.

A él debió éste sus mayores victorias. El generalísimo Ra-Ra fué mi abuelo. Cuando las mujeres hicieron lo que ellas llaman la Verdadera Revolución, mi glorioso ascendiente, á pesar da su vejez y de su historia heroica, fué desterrado á una isla desierta, cerca de la gran barrera de rocas y espumas, creada por los dioses, que nadie se atreve á pasar. Allí murió al poco tiempo.

Sosteniendo la chaqueta con una mano, metió la otra en el bolsillo superior, extrayendo uno tras otro á los dos pigmeos para depositarlos dulcemente en la popa de la embarcación. Ra-Ra se mostró sombrío y ceñudo, mirando al Hombre-Montaña con hostilidad, como si recordase aún el golpe que le había dado con un dedo para que permaneciese dentro del bolsillo.

La mano misericordiosa del coloso le volvió á su seguro refugio; pero después de esta aventura mortal parecía haber perdido las ganas de prolongar el paseo y guió á su protector hacia la Universidad. Siguiendo sus consejos, Gillespie marchó lentamente para fijarse en todas las particularidades del edificio que Ra-Ra le iba explicando.

Una hora antes había enviado un mensajero á la Galería de la Industria avisando á Ra-Ra que viniese á esperar á Gillespie en la puerta más próxima. Tal vez era esto una imprudencia, pero ya no había tiempo para disponer algo mejor. El Gentleman-Montaña debía cuidar de que Ra-Ra conservase oculto su rostro y no incurriese en las audacias de otras veces.

Retrocedía ahora con lentitud hacia un extremo de la mesa ocupado únicamente por gentes de baja condición: atletas de los que manejaban la máquina monta-platos. Un doctor se fué despegando lentamente del grupo que había precedido á la litera de Momaren y pareció seguir de espaldas, fingiéndose distraído, la retirada de Ra-Ra.

Vió de lejos otro palacio grandioso, y como adivinase que era la Universidad por las grandes lechuzas doradas que coronaban las techumbres cónicas de sus torres, quiso ir hacia él; pero Ra-Ra le disuadió. Más tarde, gentleman. Allí descansará usted. Y dirigió su marcha hacia el puerto.

Su propia voz saliendo de la boca de Ra-Ra le distrajo por algún tiempo. El joven hablaba con entusiasmo, y Popito, á pesar de que vivía en la triunfante República de las mujeres, mostraba al escucharle una supeditación de hembra feliz que desea verse dirigida y únicamente pide amor.

A primeras horas de la mañana había tenido una conversación violenta con Popito, la cual negó haber visto á Ra-Ra en la parte alta del palacio universitario. Luego el influyente personaje abandonó su cama, y estaba ahora en la presidencia del Consejo Ejecutivo, recomendando sin duda la persecución del revolucionario masculista.