United States or Papua New Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo cierto es que los escozores le llegaron tan al alma, que, sin poder contenerse, se alzó del diván. Entonces Leticia, leyéndole en la actitud lo que le estaba pasando por dentro, quiso salvar su ociosa imprudencia, si es que la había cometido, que yo no lo , cambiando súbitamente de aspecto y diciéndole con la mayor serenidad y sin levantarse: ¡Si no hemos concluido todavía!

Cree ella que fue una imprudencia de su parte ir al sermón vestida como una princesa, para azuzar más en contra suya a la gente, que ya deseaba morderla. Todo el lugar está ahora sublevado. Mal remedio sería la boda. Aumentarían la sublevación y el motín. Su Hija de usted se pondría a la cabeza. Nosotros no podríamos resistir. Los tres tendríamos que irnos con la música a otra parte.

Otros muchos males y perjuicios se les siguen a los indios, así en sus bienes como en sus personas, pero por no ser tan comunes y frecuentes se omiten; pero es preciso advertir que los perjuicios referidos hasta ahora, aunque tienen su origen en la sujeción a la comunidad, su aumento lo ha ocasionado la imprudencia o mala versación de algunos de los que los administran y dirigen, y así no ha sido en todos los pueblos igual el desorden, sino en unos más que en otros.

Después que se hubo desahogado, bajó la cabeza lleno de confusión y vergüenza. D. Bernardo se retiró inmediatamente, y en el comedor hubo unos momentos de silencio embarazoso. Hojeda, para templar el mal efecto de la imprudencia del niño, se apresuró a entablar conversación acerca de la orden de San Juan, haciendo de ella y de sus miembros calurosos elogios.

La Condesa había cometido la imprudencia de conservar las primeras cartas que le escribió su amante y el Conde pudo leerlas. Por dicha, estas cartas no probaban la completa complicidad de la Condesa. Hasta podía ella haberlas conservado, no por amor a quien las escribió, sino por vanidad y como testimonio de haber sido tan amada.

Abandonada la ciudad, y vuelto D. Casimiro á reales de Villabermeja, se puso á galantear á Nicolasa con la imprudencia y el ímpetu del despechado. Ella era harto discreta para no conocer que entonces ó nunca: que la fortuna le presentaba el copete y que importaba asirle. D. Casimiro buscaba en Nicolasa refugio y compensación contra el desdén de Clarita. D. Casimiro estaba en su poder.

Es una calumnia, señor, una calumnia. ¿Pero qué es esto? dijo Amaranta fingiendo la mayor estupefacción . ¿Mis palabras han podido causar el disgusto del Sr. D. Pedro? Jesús, ahora caigo en que he cometido una gran imprudencia. Dios mío, ¡qué daño he causado! Sr. D. Pedro, yo no sabía nada, yo ignoraba... Desunir por una palabra indiscreta dos voluntades... Este mozalbete tiene la culpa.

¡Muy bien, Georgi Timofeievich! respondió con voz débil, sonriéndole afectuosamente . Me gusta mucho verle a usted trabajar. Pomerantzev no ignoraba que la enfermera estaba enamorada de él, y, aunque no podía corresponder a tal amor, respetaba sus sentimientos y procuraba no comprometer a la muchacha con cualquier imprudencia.

Puesto que lo ha adivinado usted, no tengo que tomar precauciones oratorias... Se lo ruego a usted, señora; ¿de qué se la acusa? Cálmese usted o no me atreveré a continuar... Se trata, creo, de una ligereza... una imprudencia... Pero las suposiciones malignas van más lejos...

En todo caso, he cometido una imprudencia. ¡Entregarme así indefenso a una mujer! ¿Estaría embriagado o habría perdido el juicio?... La condesa tiene la culpa de todo. El odio que me tiene debe ser muy grande para que la haya impulsado a cometer un acto tan perverso y estúpido. Revelarle a una persona extraña el secreto del que dependía su propia fortuna, su honor, su vida.