United States or Bosnia and Herzegovina ? Vote for the TOP Country of the Week !


La elefantíasis. El Dr. Vargas. Las iglesias. Un cura colorista. El Capitolio. El pueblo es religioso. Las procesiones. El Altozano. Los políticos. Algunos nombres. La crónica social. La nostalgia del Altozano. La primera impresión que recibí de la ciudad de Bogotá, fue más curiosa que desagradable.

Empezó á llover una granizada de insultos sobre el pobre cochero que en vano se escusaba con la duracion de las procesiones, y como iba á ser detenido por contravencion á bandos y puesto despues en los periódicos, el pacífico y prudente Basilio bajó de la carromata y continuó su camino cargando con su maleta. Aquel era San Diego, su pueblo, donde no tenía un solo pariente...

La cofradía de las Negaciones duró hasta el siglo XVIII, y Matute consigna en sus Anales esta noticia en el año 1720 y que creo complementa el presente apunte: «El cabildo eclesiástico extendió sus deseos á la reforma de algunos abusos en las procesiones de penitencia que hacían estación en la Semana Santa y negó licencia para que saliese á la hermandad y cofradía de los estudiantes bajo la advocación de las Negaciones y Lágrimas de San Pedro.

Fueron años de grandes calamidades para toda España y particularmente para Córdoba, de manera que no cesaron en la catedral, lo mismo que en las otras iglesias, las rogativas, las procesiones, las deprecaciones, las fiestas á Nuestra Señora de Villaviciosa, al Santísimo, á las santas reliquias de los mártires, etc.

La muchedumbre, curiosa, se agitó entre las cabezas de las dos procesiones. ¡Bronca!... Los encapuchados negros no respetaban gran cosa a los «judíos» y a su espantable capitán. Este, por su parte, tampoco quería salir de su fría altivez. La fuerza armada no debe mezclarse en las reyertas entre paisanos.

La puerta tenía una trampilla en la parte baja, la cual parecía servir de mostrador, de resguardo contra los perros y los chicos, y hasta de balcón en caso de que por allí, cosa no imposible, pasasen procesiones cívicas o religiosas.

Lo mismo digo de los bustos de Jesús Nazareno, en los varios pasos de su pasión, el de la Virgen y otros santos que sacan en las procesiones de Semana Santa; todos éstos son unos trozos de madera mal labrados y peor pintados, sin ningún adorno en sus cuerpos, ni en las andas en que los colocan, siendo éstas una especie de parihuelas mal formadas, y parece que debían haber puesto en esto más que en otra cosa su esmero; pues, siendo la representación de estos pasos quien nos trae a la memoria la obra de nuestra redención, es muy conveniente que los bustos de Jesús, la Virgen y demás santos sean bien formados y adornados, mayormente entre estas gentes, que les entran las especies más por la vista que por el oído, y pudieran haber empleado parte de las ricas telas que emplearon en los ornamentos en vestidos decentes de estas imágenes y otros adornos de ellas.

Más fuerte y poderosa era la impresión, que hacían las numerosas procesiones que se celebraban con frecuencia en ciertas fiestas solemnes, llevando cuadros y estatuas adecuadas al objeto de la función, que pasaban en andas á la vista del pueblo arrodillado.

Acordose de la fe pura y sencilla con que rezaba en el colegio ante la imagen de la Virgen y el ansia con que deseaba tener alas para lanzarse por los espacios azules y llegar hasta su trono de estrellas y cantar a sus pies las alabanzas de su hermosura inmortal; recordó las veces en que su padre le había dado a besar el retrato de su madre; recordó las dulzuras inefables que le causaba de niño la música que acompañaba a las procesiones, y la embriaguez que le producía el perfume del incienso, se le representaron los juegos de la infancia y el cariño vehemente apasionado que sintió cuando niño por su hermanita Julia...

En los días solemnes, se luce un antiguo terno bordado de oro, procedente de Toledo, que llama grandemente la atención. Las procesiones se hacen con un orden y una magnificencia tal, que nos permite recomendar á nuestros lectores una Semana Santa en Tayabas.