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La inaccion absoluta no puede afectarnos, y de consiguiente no podemos conocerla por experiencia. Lo que podemos experimentar es la accion ó sea el ejercicio de la actividad; pero la inaccion ó sea el estado de una cosa absolutamente inactiva, no puede ser objeto de experiencia: esto es contradictorio.

Adquirido, con el sincero reconocimiento de cuanto hay de luminoso y grande en el genio de la poderosa nación, el derecho de completar respecto a él la fórmula de la justicia, una cuestión llena de interés pide expresarse. ¿Realiza aquella sociedad, o tiende a realizar, por lo menos, la idea de la conducta racional que cumple a las legítimas exigencias del espíritu, a la dignidad intelectual y moral de nuestra civilización? ¿Es en ella donde hemos de señalar la más aproximada imagen de nuestra «ciudad perfecta»? Esta febricitante inquietud que parece centuplicar en su seno el movimiento y la intensidad de la vida, ¿tiene un objeto capaz de merecerla y un estímulo bastante para justificarla?

Al frente de la del O. y en la parte esterior se hallan nueve toriles, dispuestos de modo que, todos tienen salida a un patio común con objeto de sacar el toro que se quiera, sin necesidad de incomodar a los demás.

El comun de los hombres no posee ni la capacidad ni el tiempo que son menester para ventilar las cuestiones filosóficas sobre la existencia de los cuerpos, y decidirlas en pro ó en contra de Berkeley y sus secuaces: lo que necesita es estar enteramente seguro de que los cuerpos existen, de que las sensaciones tienen en realidad un objeto externo.

¡Eso es el suicidio! dijo a su amiga con sorda voz. ¿Y la de irse si está decidido a darse la muerte? objetó la de Aymaret. ¿Quién sabe?... Por evitar tan tremendo espectáculo a su hija... Tal vez por evitármelo a misma... Quiere ser generoso y magnánimo hasta el fin...

El conocimiento intuitivo es aquel en que el objeto se presenta al entendimiento tal como es, sin que la facultad perceptiva haya de ejercer otra funcion que la de contemplarle; por esto se llama intuicion, de intueri, mirar.

En cambio, la visión propia del hombre, que es la visión diafenomenal, como quiera que, por enfocar el objeto con cada ojo desde un lado, lo penetra en ángulo y recibe dos imágenes laterales que se confunden en una imagen central, es una visión en profundidad.

Había recibido la noticia en Madrid al salir de una corrida de novillos organizada para dar a conocer a cierto «niño» de las Ventas. Una payasada que le había divertido mucho... Y reía, tras una noche de cansancio en el tren, recordando esta corrida grotesca, como si hubiese olvidado el objeto de su viaje.

La deshoja es una operación que toma la solemnidad que hemos visto en casa de don Silvestre, en las de cuantos labradores cogen maíz para todo el año, pues con el objeto de que el grano empiece pronto á ventilarse, procura el cosechero despojarle cuanto antes de la hoja que le envuelve y le perjudica mucho, después que se retira de la heredad; y como la operación es muy pesada para poca gente, es ya costumbre que se reuna toda la que quiera del pueblo, sin mas retribución que un maquilero de castañas cocidas y un vaso de vino ó de aguardiente, y á veces una sola de las dos cosas, para deshojar una cosecha en una noche, ó en dos á lo sumo.

¡Y después, el descanso que sigue a tanta fatiga! El descanso, , al mismo tiempo la vejez, porque yo voy envejeciendo, todo me lo indica con la mayor claridad; por ejemplo: estos árboles que yo he plantado, estas enredaderas que yo misma planté en la parte norte de la casa, con el objeto de que no mintiesen los versos de mi hijo cuando describe a Milly en sus Armonías y la espesura que cubre actualmente todo el muro desde los sótanos de la casa hasta el tejado; estas mismas paredes que van cubriéndose de musgo, estos cedros que eran altos como mi última hija Sofía a la edad de cuatro años, y que ahora me dejan pasar libremente bajo sus ramas más elevadas que mi frente; todo, todo en fin, me dice con muda y aterradora elocuencia, que voy envejeciendo, y que mi vida es corta. ¡Ah!