United States or Palau ? Vote for the TOP Country of the Week !


Francamente, aquellos ojos tan bonitos le habían hecho siempre muchísima gracia; pero no le hacía maldita la exaltación que en ellos notaba aquella noche. La abandonada se volvió a tapar la boca con el mantón, y su acompañante no chistaba.

Nadie chistaba ni se movía un punto de su sitio. Con la boca entreabierta y la mirada perdida seguían extáticos el curso de aquella melodía desesperada en que Violeta se lamentaba de morir después de haber penado tanto. Los más sensibles empezaban a soltar lágrimas, recordando alguna aventura galante de su vida juvenil.

Nadie ha incurrido aquí en falta más que yo repuso la marquesa, mirando tan pronto muy risueña hacia el reumático, como con asombro hacia su mujer, que no chistaba ; yo, que he venido a molestar a ustedes sin tener esos inconvenientes en cuenta... ¡Molestarnos usted, señora marquesa! ¿Cuándo más honrados ni más...?

Al oírla, calló súbitamente Doña Paca, como el ratoncillo nocturno que cesa de roer al sentir los pasos o la voz del hombre. Oyose tan sólo, durante largo rato, alguno que otro suspiro hondísimo de la señora, que después empezó a quejarse y a gruñir por lo bajo. La otra no chistaba. Había hecho rápida crisis el genio de la infeliz señora, determinándose un brusco giro de la veleta.

Maximiliano no cayó redondo por milagro de Dios... Dijo ¡ah!... y se quedó como una estatua. Tampoco ella chistaba nada y sus miradas caían al suelo como pesas de plomo.

Don Juan, fingiendo turbación, adoptó la postura más decente que pudo, como si estuviera en el salón de una gran señora. Frente a él Cristeta, recostada en un pequeño diván, se entretenía en hacer nuditos con el fleco de la pañoleta. El tío, como de encargo, no chistaba.

Pues bueno repuso mi tío volviéndose hacia su amigo que no chistaba ni se movía, con los ojazos clavados en la lumbre . Ahora quiero que te quedes a cenar con nosotros, no por , que no lo merezco, sino por honrar a mi sobrino. ¡A buen tiempo! murmuró el gigante revolviendo un poco la mirada hacia don Celso y descargando mucho los celajes de su faz.

«Y no la encontraste hasta tantismos años de correr, y se llamaba Nicolasa dijo la Petra, queriendo ayudar al biógrafo de mismo. ¿ qué saber? No ser Nicolasa. Entonces será la señora apuntó la Diega, señalando no sin cierta impertinencia a la pobre Benina, que no chistaba. ¿Yo?... ¡Jesús me valga! Yo no soy ninguna tarascona que anda por los caminos».

Los otros abrían tamaña boca. Debía ser cierto, cuando Quilito lo decía. ¿Y si soltaba el trapo a disertar sobre finanzas? tenía tales trazas de catedrático, que nadie chistaba. ¿Qué noticias traes? le preguntó Jacinto. ¡Psh! hizo Quilito, lo de siempre, que esto se lo lleva el diablo. Echóse el sombrero a la nuca, y saludó con un gesto familiar a míster Robert.

Nadie chistaba; había llegado el momento de conocer si el memorial de Martínez era acogido o rechazado, si era necesario pactar con los invasores o perseguirlos, como a perro que huye, con maza al son de almireces y cencerros, hasta los confines de sus bosques desiertos.