United States or Sint Maarten ? Vote for the TOP Country of the Week !


En el cénit cúmulos níveos flecados de plata; celajes de tul; girones de gasa incendiados por la luz poniente; retales de brocado que ardían enrojecidos; cintas nacaradas; aves de fuego; serpientes de gualda que se retorcían y se alargaban; esquifes con velas de encaje, que bogaban como cisnes en el inmenso zafirino piélago.

La noche era magnífica, una de esas noches de Villaverde, tibias y benignas, sin nubes ni celajes, en que los astros centellean como diamantes, en que los vientos traen a la ciudad el rumor de los campos adormecidos, los cantares del perezoso río y los gratos perfumes del valle.

Vivían los ojos, vivían las mejillas sumidas y pálidas, renacía la juventud en aquel semblante marchito por tribulaciones misteriosas, y empañado por perpetuos celajes obscuros. Debía usted estar siempre risueño, Don Ignacio exclamó Lucía . Aunque añadió reflexionando del otro modo se parece usted más a usted. Artegui, risueño y solícito, le ofreció el brazo, pero ella no quiso cogerse.

¡Oh! no es cierto! sin duda quien tal dijo, Jamas tu álbum purísimo ha tenido, Porque entonces habria allí leido Lo que en sus hojas blancas yo leí: Lo que se lée en las ondas de los rios Cuando la blanca luna los colora; Lo que se lée en las nubes del aurora Entre celajes de oro y de carmin. ¿Qué podré yo decir, que ya no diga Esta página blanca de azucena?

Hacía buen tiempo, tocaba casi el sol ya el horizonte, algunos celajes diseminados proyectaban sombras en las amarillas mieses de la llanura y leves humaredas se desprendían á trechos en los pueblecillos. Los tres condes estaban de buen humor. Hasta entonces sus inmensos dominios no habían tenido exactos linderos en la montaña.

El P. Gil meditaba esto, apoyado en la baranda de un corredor enrejado que su habitación tenía sobre el mar. El sol declinaba entre celajes carmesíes, envolviendo en una onda de luz tibia y rojiza el pueblo y la rada. El lienzo de rocas que la cierra allá enfrente alzaba su masa enorme sobre las aguas, proyectando ya una vasta región de sombra.

De codos en la verja contemplábamos nosotros el espectáculo arrobador de aquel espléndido crepúsculo, el panorama de Villaverde alumbrado por los rojos fulgores del naciente día que incendiaba con reflejos de hornaza los celajes que bogaban en el horizonte. Angelina: exclamé, estrechando la mano de la doncella ¿me amarás siempre, siempre, como yo te amo?

En el origen de los tiempos históricos, todos los pueblos, niños sencillos de mil cabezas, miraban así hacia las montañas; veían en ellas á las divinidades, ó á lo menos sus tronos apareciendo y ocultándose alternativamente bajo el cambiante velo de los celajes.

Los vientos otoñales habían extendido en pocos minutos negro manto de nubes, uniformemente obscuras, y sólo en un punto ralas y tenues, hacia el Oriente, donde a través de blancos velos dejaban adivinar las más altas regiones del éter, los océanos superiores del aire, limpios, surcados por mil celajes voladores. Oíase el ruido lejano de la lluvia.

y en las horas de tedio que una a una desfibro reposaré en las hojas de tu mágico libro donde pone un latido vital tu corazón. En la huella lunar de sus encajes puso, al pasar su sombra bizantina, un perfume de rosa alejandrina el extasis azul de los celajes.