United States or Nauru ? Vote for the TOP Country of the Week !


Lo invité a cenar y a pasar la noche con nosotros, puesto que su jornada había concluido también. Al alba nos separaríamos y yo le daría cartas para mi tierra.

Aunque la herida le molestaba, salió de nuevo a pasearse después de cenar. Las constelaciones temblaban en el azul inmenso y liso de la noche.

Paula veía en su casa la miseria todos los días; o faltaba pan para cenar o para comer; el padre gastaba en la taberna y en el juego lo que ganaba en la mina. La niña fue aprendiendo lo que valía el dinero, por la gran pena con que los suyos lo lloraban ausente.

Pero ¡ay! se habían hecho tan grandes e intratables! ¡Habían crecido tanto en el tiempo que él no pisaba la arena!... El juego consolaba a Gallardo, haciéndole olvidar sus preocupaciones. Volvió con nueva furia a perder el dinero en la mesa verde, rodeado de aquella juventud que no reparaba en sus fracasos porque era un torero elegante. Una noche se lo llevaron a cenar a la Venta de Eritaña.

Las orillas del rio en este dia son campos, sauzales y cejas de monte: díles á estos indios bizcocho y carne para cenar. El 22 por la madrugada llegó el dicho ladino Lopez, habléle á él y á los suyos, exhortándolos á que pidiesen reduccion, y me dijo, que èl, con el hijo del difunto José Antonio, habian hablado al Señor Arias, cerca de reduccion.

No asistía en verdad al casamiento; don Custodio le representaba, pero vendría á cenar, y traería un regalo de boda, una lámpara que ni la de Aladin... entre bastidores Simoun daba la lámpara. Timoteo, ¿qué quieres más? La trasformacion que había sufrido la casa de Cpn. Tiago era considerable; se había empapelado de nuevo ricamente; el humo y el olor del opio desaparecieron por completo.

Más de una semana transcurrió sin que don Quintín la convidase a cenar, hasta que aquel día infausto del sablazo frustrado se presentó en su casa llevándole por todo regalo un cuarterón de butifarra y siendo recibido con tal desabrimiento que pudo conjeturar cercano el fin de sus placeres. En vano quiso mostrarse dulce y apasionado. ¿Qué ternura ni qué vehemencia pueden amansar a una pantera?

No comprendo cómo, teniéndome por un modelo de hombre, no deseas que nuestro hijo se me parezca. En este momento Jorgito rompió a llorar, porque no hacíamos caso del rodar de su manzana. Ambos le cubrimos de besos. Luego quiso sentarse en mis rodillas, como de costumbre, después de cenar.

Y por ahora no os quiero decir más, sino que subáis a las ancas deste mi caballo hasta la venta, y allí cenaréis conmigo, y por la mañana seguiréis el camino, que os le Dios tan bueno como vuestros deseos merecen. El paje no aceptó el convite de las ancas, aunque el de cenar con él en la venta; y, a esta sazón, dicen que dijo Sancho entre : ¡Válate Dios por señor!

Cenaremos, cenaremos: al menos para cenar espero que nos alcanzará el rato que dure la parada.... ¿Hay apetito, eh? Ello es que... que no has probado casi nada hoy.... Con la prisa y el ahogo... y atender a que sirviesen bien los chocolates... y la pena de dejar al pobre papá, y de verle tan alicaído... y también.... ¿Qué más?