United States or Hong Kong ? Vote for the TOP Country of the Week !


Ya ves que me manda castigarte por lo que has hecho ayer. Al decir esto sonreía dulcemente, como si le noticiase que le iba a regalar alguna golosina. Josefina la miró sorprendida. ¿Castigarme? Madrina ya me ha hecho dormir en el suelo. No importa, eso es poco para maldad tan grande como escaparse de casa. Habrá que darte algunos azotes.

Mi mamá ha dicho que hallándose un poco enferma, suspende por ahora las tertulias. ¿Y no salen? A misa van las cuatro los domingos muy temprano. Pero puedes ir a casa cuando gustes. Mamá te aprecia y siempre está preguntando por ti. Ahora precisamente, te ruego vengas conmigo para servirme de testigo. ¿De testigo? . Mi mamá quiere castigarme porque le han dicho que me vieron ayer en un café.

Al verme vivo y sin ti, pensé que Dios me había devuelto la vida para castigarme; pero ahora que te encuentro, alabo a Dios porque veo que no una, sino dos veces, me ha dado la vida. ¿Debo salir de aquí? ¿Debo hacer lo que me mandan esas señoras? me preguntó Inés con impaciencia, porque temía la vuelta de la Madre Transverberación. Si, Inés, sal de aquí.

Eran ya bien las ocho de la noche. La joven estaba triste, porque Juan Montiño se había separado de ella para acudir á un lance desagradable y acaso peligroso. ¿Qué necesidad tenía yo dijo de haberle llevado al teatro? Ninguna. Ha visto á Mari Díaz y ha tropezado con don Bernardino. Bien empleado me está. He querido lucirle. Vamos: si sucede algo malo á Juan, no sabré de qué manera castigarme.

Don José no se atrevió a chistar; Pepe soltó una carcajada. ¡Qué fuerte te da! ¡Esta es una familia podrida! prosiguió el cura así estáis, así os veis, necesitados, pobres, desamparados, dejados de la mano de Dios; , trabajando en esa imprenta como un gañán, y Vd. ¡Hijo mío, líbreme Dios de suponerle tan mezquino que sea capaz de castigarme con reuma por ser progresista!

No temas nada, no me apartaré de ti. ¡Ay! no es por por quien tiemblo, querida Marta; es por vos que sufro tanto sin ser culpable. Mi madre puede castigarme cruelmente. Eso no es nada; pero, ¿y si se le ocurriera castigar mi falta en vos, en mi presencia? No, no; te estás agitando por un vano temor. Vamos, no podemos hacer esperar a tu madre. Ten calma y sígueme.

Para impedirme que le acuse tratará de deshacerse de . Para castigarme por haberle abandonado, descargará sobre su ira... Bastante tiene que hacer con defenderse contra ; tenemos que arreglar los dos una terrible cuenta. Puedes creerme, pobre mujer; él está más en peligro que . Jacobo se quedó un instante reflexionando. Me has ofrecido darme tu confesión por escrito... La acepto.

Corrióse tanto el hombre que dio a correr tras con un cuchillo desnudo para matarme, de suerte que fue forzoso meterme huyendo en casa de mi maestro dando gritos. Entró el hombre tras y defendióme el maestro de que no me matase, asegurándole de castigarme. Yo respondía: -No, señor. Y respondílo veinte veces a otros tantos azotes que me dio. Con esto fui yo muy contento.

Señorita Sol, ¿qué me le ha hecho a mi Lucía? ¿Por qué no sales a recibirme? ¿para castigarme porque por verte hoy he andado veintidós leguas en mula? A Lucía se le veían temblar los labios imperceptiblemente, y como crecer los ojos. Su mano se sacudía entre las de Juan, que la miraba con asombro. Sol hacía como que sobre una mesita un poco alejada arreglaba las flores de un vaso.

Yo no pido más que convenir en mis culpas: sus celos de usted me hirieron y tuve a orgullo el hacerle frente... Usted, para castigarme, no ha dejado un momento a Elena Lacante, y ha logrado también lo que se proponía, que, a mi vez, me he vuelto celosa. Esta es nuestra historia. ¡Usted celosa, Luciana!... Se estima usted muy superior a las demás para que eso sea posible.